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La Secretaría de Cultura solicitó a la
Interpol que actúe para conseguir la repatriación de dichos bienes
EDOMÉX, 6 de noviembre. – México
solicitó a varias casas de subastas europeas suspender la venta de 64 piezas
prehispánicas que forman parte de su patrimonio cultural, incluidas algunas que
datan del año 600 a.C, informó el Gobierno Federal.
La Secretaría de Cultura también
solicitó a la Interpol que actúe para “conseguir la repatriación de dichos
bienes”, según un comunicado de esa cartera y del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH).
El reclamo fue dirigido a la
plataforma Catawiki, que promueve la venta de 50 objetos ofrecidos por la casa
Antique 4U, de Países Bajos, así como por la Galería J. Bagot Arqueología y un
vendedor de España. La puja finalizará este domingo.
También apuntó a la galería De
Zwann, en Amsterdam, que planea subastar el próximo lunes otras 14 piezas que
constituyen “monumentos arqueológicos muebles” del patrimonio cultural, de
acuerdo con un dictamen del INAH.
El conjunto que se ofrece a
través de Catawiki incluye figuras antropomorfas que abarcan los períodos
Preclásico, Clásico y Posclásico mesoamericano (de 600 a.C. a 1200-1521 d.C.),
detalló el comunicado.
El gobierno mexicano desarrolla
una campaña para rescatar el patrimonio histórico sacado ilegalmente del país.
Como parte de esos esfuerzos,
desde 2018 han sido recuperados casi 9 mil bienes, algunos de los cuales
estaban a punto de ser subastados.
En julio pasado, la cancillería
mexicana anunció la devolución de 2.522 piezas prehispánicas que estaban en
poder de una familia española.
Según el gobierno, las casas de
subastas y las autoridades de otros países usualmente piden a México que
demuestre que los objetos le pertenecen.
Pero en algunos casos el país ha
conseguido hacer valer su tesis de que quienes venden “deben demostrar el
origen legal” de los bienes.
Algunos objetos han sido
recuperados en redadas policiales, como ocurrió en Italia en 2021, mientras que
Bélgica detuvo en marzo pasado una subasta a petición del gobierno mexicano.
Museos y particulares también han
decidido voluntariamente restituir este patrimonio, pero en países como Francia
las gestiones han fracasado.