CDMX, 3 de
noviembre. – Después de dos años de la pandemia de Covid-19, las familias de
las alcaldías de Xochimilco, Iztapalapa, Iztacalco y Coyoacán regresaron a visitar
las tumbas de sus difuntos para darles una “manita de gato”.
Desde el 31 de
octubre, los trabajadores de los panteones ya se estaban preparando para
recibir la llegada de miles de ¿hombres, mujeres y niños que visitaron a sus
familiares, algunos de ellos que se fueron en la reciente pandemia, pero por
las medidas sanitarias, muchos de ellos no pudieron despedirlos en un
velatorio, pues simplemente se fueron del hospital al camposanto.
“Fueron dos años
dolorosos”, comentó la señora Patricia Alcántar quien lavaba la lápida de sus
padres Daniel y Hermila, quienes fallecieron hace varios años, pero por el
confinamiento, no pudo visitar a sus familiares en los dos últimos años.
Para Claudia
Peralta, habitante de Xochimilco, fue una temporada de mucha tristeza y
desesperación al ver que a pesar de la emergencia sanitaria, había muchos
cortejos fúnebres en los distintos cementerios de la demarcación, llegó a
contar hasta 20 en un día, y sólo podían entrar 5 familiares a despedir a sus
difuntos.
“Hoy ha cambiado
ese panorama sombrío, hoy además de visitar a los fieles difuntos se retoma la
tradición de la calavereada, en donde todos se unen con disfraces para visitar
las tumbas, adornar las ofrendas y dejar los guisos, bebidas y cosas que disfrutaban
sus familiares en vida”, comentó.
Mientras los cerca
de 3,500 policías de la SSC vigilaron que en los cementerios y romerías de la
CDMX, cuidaron que el reencuentro de muchas familias con sus seres queridos,
con la música en las tumbas, con los adornos coloridos de flores de
cempasúchil, nube, terciopelo rojo y los crisantemos fuera en total calma,
seguridad y orden.