La noche del último jueves del FIC 50 se
llevaron a cabo las presentaciones musicales de la Jazz at Lincoln Center
Orchestra con Wynton Marsalis; Alejandro Escuer y Rodrigo Sigal; CEPROMUSIC, la
Rondalla Señorial de la Universidad de Guanajuato y Jambinai
Para iniciar la noche cervantina se llevó
a cabo el segundo concierto de la Jazz at Lincoln Center Orchestra en la
Explanada de la Alhóndiga de Granaditas, espectáculo que el público cervantino
apreció y hasta bailó.
Wynton Marsalis es uno de esos músicos
del jazz que han mantenido la historia del género viva, esto gracias a
reinterpretaciones de temas clásicos, por ello, hoy en día su reconocimiento y
popularidad es mucha; sin embargo, esto es un resultado natural de su trabajo y
no influye en la importancia que muestra en el escenario junto a la Jazz at
Lincoln Center, ya que se posicionó de forma discreta en la parte trasera de la
orquesta, generando una atención total a la agrupación.
Cada una de las piezas interpretadas
fueron llevando al público entre un vaivén de sentimientos entre lo romántico,
lo provocativo y la improvisación musical que caracteriza el género. Por
instantes, la noche cervantina se transportó sonoramente a una noche neoyorkina
de jazz, de esas en las que Wynton comenzó sus pininos en el género.
El concierto contó con pocas piezas, sin
embargo, cada una de ellas sostuvieron actuaciones en solitario de los músicos,
las improvisaciones y exhibición instrumental en solitario provocó una
extensión sonora que se disfrutó de inicio a fin en cada pieza.
Finalmente, Wynton presentó a cada uno de
sus músicos y agradeció al público cervantino con unas palabras en español
“Muchas gracias y buenas noches”.
Wynton Marsalis y la Jazz at Lincoln
Center Orchestra se estarán presentando este 29 de octubre en el Auditorio
Nacional en la Ciudad de México como parte del Circuito Cervantino; los boletos
ya se encuentran a la venta en el sistema Ticketmaster.
Paralelamente, en el Templo de la
Compañía de Jesús Oratorio de San Felipe Neri el público se sumergió en una experiencia
sonora que estremeció sus oídos, pero también las columnas y rincones del
edificio colonial. Maquin-ARIAS fue un concierto interactivo experimental, en
el que los ruidos de maquinarias y artefactos de la vida cotidiana se
ensamblaron con beats electrónicos, acordes de guitarras y sonidos de flauta
ejecutados por Alejandro Escuer.
El espectáculo auditivo también tuvo una
parte visual. Mientras los sonidos envolvían al público en la iglesia, una
pantalla en el escenario proyectaba imágenes de maquinarias, formas
tridimensionales, objetos siendo manipulados, insectos, moléculas, elementos
orgánicos, militares en una playa esperando lanzar una bomba atómica. Un concierto que pretendía dar un mensaje
filosófico y hacer reflexionar al público sobre el papel de las maquinarias en
nuestra vida cotidiana, según explicó Alejandro Escuer durante una conferencia
de prensa realizada esta mañana: “El show es acerca de cómo la tecnología tiene
un impacto en el ser humano y cómo podemos hacernos conscientes para utilizarla
mejor. Para ello utilizamos sonidos de muchas máquinas, como la de hacer
tortillas, rotativas de periódicos, prensas, impresoras”.
“Es como una especie de revisión a través
de la historia, en la cual nosotros somos máquinas también, el cuerpo humano
tiene el corazón, los pulmones y es una máquina orgánica; cómo nos hacemos
máquinas al usar las máquinas y cómo las máquinas tratan de emular lo que es
uno como ser humano”, añadió el flautista.
En este proyecto sonoro también participa
el compositor Rodrigo Sigal.
Las tragedias no siempre concluyen con un
final triste. Así lo demostró la representación de La Orestíada, un drama de la
antigua Grecia —con la composición del músico griego Iannis Xenakis, a 100 años
de su nacimiento— en el que la paz y reconciliación siempre son posibles pese a
un hecho desafortunado.
El Centro de Experimentación y Producción
de Música (CEPROMUSIC) presentó en la noche del 27 de octubre un espectáculo
comisionado por el FIC, que retoma la obra escrita por Esquilo alrededor del
año 458 a.C. Esta trilogía desarrolla la historia de Agamenón tras el asesinato
de su hija Ifigenia, con lo que pretende alcanzar la victoria de la guerra de
Troya.
En consecuencia, su esposa Clitemnestra
decide vengarlo y asegurar su muerte. Esto es tan sólo el inicio de una serie
de crímenes que suceden en medio de una atmósfera de sonidos experimentales que
rompen con lo clásico de una ópera antigua.
La Orestíada es una de las pocas obras
que Xenakis pensó para llevar a cabo fuera de la sala de conciertos, en la que
se reúnen las diferentes facetas del autor: ingeniero, arquitecto y compositor;
mencionó José Luis Castillo en conferencia de prensa para el FIC, director del
ensamble CEPROMUSIC.
David Gaitán, director de escena de La
Orestíada, indicó: “en esta pieza convoqué a cuatro actores que construyen la
narrativa del mito de la obra, en torno al hecho de cómo queremos castigar una
falta y romper con una tradición a una transgresión cósmica”.
Esta pieza estuvo conformada por un
elenco de cuatro actores, cuatro bailarines, un coro de 46 voces y una pieza
para barítono que en conjunto celebran los diez años de este proyecto musical
del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
La Rondalla Señorial de la Universidad de
Guanajuato tuvo su presentación anoche en la Plaza San Roque, en la cual
entonaron diversas composiciones románticas.
El espectáculo, titulado Bohemia con amor
y poesía, encantó a los asistentes, ya que, protegidos por la luz de la luna,
las parejas comenzaron a tararear varios de los temas románticos mostrados en
el show.
Enfundados en smokings y corbatas de moño
en color vino, los 19 integrantes de la Rondalla comenzaron el recital con La
Malagueña.
Los guitarristas se turnaban el
micrófono, no sin antes colocar su instrumento a un lado del pedestal, para
interpretar diversas canciones, entre ellas A mi manera, Toda una vida, Perfume
de gardenias, Sin tu amor, Deja que salga la luna, y Sabor a mí.
En el frente del escenario, sobre una
pequeña mesa, reposaba un arreglo de rosas y delante de él, una vela encendida,
como símbolo de la romántica noche que contrastaba con los fríos vientos que
soplaban.
El público sentado en las gradas seguía
con las palmas el ritmo de los temas y también brindaba sonoros aplausos entre
las interpretaciones de Y volveré, La media vuelta, Paloma querida, No soy el
aire y Así te quiero yo.
Con Lo pasado pasado, los asistentes no
se limitaron a aplaudir, como es clásico en este tema popularizado por José
José, sino que también lo corearon y movieron los brazos.
Para la última parte del concierto de la
Rondalla Señorial, el programa contempló dos temas conocidos gracias al
cantante Emmanuel: Al final y Tengo mucho que aprender de ti. Además, agregaron
Tierra de mis amores y dos temas conocidos por el Divo de Juárez: Ya lo sé que
tú te vas y El Noa Noa.
El final de la jornada cervantina sucedió
en El Trasnoche con la banda de rock coreano Jambinai, agrupación que cuenta
con una alineación que incluye instrumentos tradicionales coreanos, por lo que
su sonido resulta un poco experimental sin dejar la fuerza del rock de lado.
Este concierto contó con la participación
esencial del público, entre los que se encontraron de pie, los que no dejaron
de aplaudir, gritar y provocaron una sensación de energía positiva que solo se
puede vivir en El Trasnoche.
El rock característico de la banda mostró
un poco de cómo se produce el género en oriente, la importancia de lo
post-tradicional y que no todo tiene que ser eléctrico para sonar con fuerza.
“Al comienzo, cuando era pequeño no
estaba interesado de los instrumentos tradicionales, solamente practique porque
mi mamá me obligaba, pero hoy en día le agradezco mucho a mí mamá, porque sé la
importancia de mantener la tradición de instrumentos de Corea y hoy en día,
gracias a ella puedo estar en este escenario”. Comentó Ilwoo Lee guitarrista de
la agrupación sobre el uso de estos instrumentos en el proyecto.
Entre canciones, Ilwoo también aprovechó
para comentar que este es el primer concierto post-pandemia en el extranjero de
la banda. Así mismo, comentó algunas de las canciones de su último material
discográfico Onda (2019)