Ciudad
Universitaria, 14 septiembre 2022.- Es conveniente para México participar en la
nueva política industrial de Estados Unidos, la cual tiene importancia
geoestratégica porque lo considera dentro del bloque de América del Norte,
capaz de competir con grandes inversiones como las de China y Taiwán,
consideraron David Bonilla Vargas y María Teresa Gutiérrez Haces, economistas
de la UNAM.
Nos
invita a participar en la producción y transición hacia los autos eléctricos, a
fin de transitar de la gasolina derivada del petróleo a las energías
renovables, así como a colaborar en la extracción de litio y el abastecimiento
de semiconductores (chips), cuyo mercado de 60 mil millones de dólares es
dominado por China y Taiwán, mientras el vecino país del norte planea
incrementar su actual diez por ciento en los próximos años, añadieron.
Al
analizar en conferencia de medios a distancia la visita a México del secretario
de Estado, Antony Blinken, el especialista del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc) de la UNAM, David Bonilla Vargas, manifestó: “nuestro país
necesita estrategias de autos eléctricos. Actualmente hay más de 20 millones de
autos a gasolina que ya no caben en las ciudades, y la transición hacia el
transporte eléctrico (de particulares y servicio público) sería una solución
parcial”.
Aclaró
que EUA quiere que entre a este sistema de inversión en vehículos sustentables
para participar en la nueva cadena de suministro.
Las
políticas nacionales, como apoyar refinerías, no se contraponen con este
proyecto, pues por varios años más se necesitará gasolina antes de lograr el
cambio hacia los eléctricos.
El
plan de producción de semiconductores (chips), donde se incluye la explotación
del litio, es otro rubro en el que también invitaron a participar a México. “No
sabemos cuánto litio hay en México, ni es de los países que más lo producen,
aunque Sonora podría convertirse en una zona de fabricación de
semiconductores”, señaló Bonilla Vargas.
En
su oportunidad, María Teresa Gutiérrez Haces, también investigadora del IIEc,
puntualizó que, en la segunda parte de la propuesta, “se invita a sus
contrapartes de la región de América del Norte a formar parte de esta política
industrial. Esto no deja de ser muy interesante porque Estados Unidos
históricamente cada vez que ha dado un viraje fuerte a nivel de su propia
política industrial, ha tratado de que participen tanto México como Canadá”.
Los
investigadores acotaron que nuestro país tiene un camino difícil, pues podrían
imponerse aranceles si rompe el marco jurídico del T-MEC. Es esencial que no se
salga de la órbita geopolítica de Norteamérica.
Recordaron
que aún falta conocer la reacción de Canadá, que ha presentado extrañamientos a
México por las trabas a sus empresas de energía. Estados Unidos defiende a sus
compañías e insiste que hay canales para discutir el acuerdo comercial,
concluyeron.