En el marco de la conmemoración del Día Mundial
del Síndrome de Turner, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en
Veracruz Norte, informa que este síndrome es una anomalía cromosómica que
afecta a una de cada 2 mil 500 mujeres nacidas vivas, y las afecta física y
psicológicamente.
La especialista en Genética, doctora Carmen Amor
Ávila Rejón, mencionó que: “es importante tener conocimiento de este síndrome,
pues podemos cambiarle la vida a una paciente con síndrome de Turner, ya que
tienen más riesgos de presentar diabetes, inclusive algunas de ellas pueden
tener mayor incidencia a ciertos tipos de cáncer a nivel gonadal. Además
requieren apoyo psicológico, ya que al verse diferentes a las demás niñas, se
sienten más lábiles emocionalmente”.
Agregó que algunos de los síntomas mayormente
observables desde el nacimiento, es que las bebés son regularmente más pequeñas
de lo normal, pueden presentar linfedema, es decir, inflamación de los tejidos
a causa de una acumulación de líquido en manos, pies y en la parte posterior
del cuello; así como una carita más triangular con múltiples lunares, cuello
corto y ancho.
Cabe señalar que durante la niñez se puede notar
la detención del crecimiento, teniendo una talla menor a la de otras niñas,
siendo esto aún visible durante la adolescencia, sumándole el retraso en la
aparición de las características sexuales secundarias y la ausencia del periodo
menstrual.
El
tratamiento que debe tener una niña con este padecimiento antes de los 14 años
consta de introducción a una terapia sustitutiva de la hormona del crecimiento.
Posteriormente, en la adolescencia, acudirá a terapia sustitutiva de las
hormonas femeninas para incidir cambios de características sexuales secundarias
e inducir la menstruación.
Ávila
Rejón explicó que como sociedad podemos apoyar al buen desarrollo de las niñas,
adolescentes y mujeres que sufren esta enfermedad, no juzgando, rechazando o
haciendo bromas sin saber las condiciones reales de la persona, pues no sabemos
el daño emocional que se genera en alguien que tiene un problema genético, el
cual dirige el curso de su vida.
Finalmente,
la genetista recomiendó acudir con su médico de primer nivel o
pediatra en caso de sospechar tener una hija con esta enfermedad; pero sobre
todo a generar conciencia respecto al trato que se les brinda a las personas con padecimientos genéticos,
ya que nadie está exento de tener un paciente con alguna alteración de este
tipo dentro de su familia.