Una falla en
la planta catalítica de la refinería Antonio M. Amor, de Salamanca, provocó la
expulsión de una gran nube amarilla que comenzó alertar a la población.
Las
autoridades municipales salmantinas confirmaron la expulsión de la nube
amarillenta y explicaron que se debió a la falla de un aerador, como
consecuencia del “descontrol en la planta catalítica RIAMA”.
En un breve
mensaje difundido en redes sociales, se detalló que al “al fallar un aerador se
regresa combustible al sistema y se inyecta vapor de agua para controlar, la
emisión es 98% vapor, de ahí el color blanco en su mayoría”.
En el mismo
mensaje aseguraron que la expulsión de la nube amarilla ya está controlado y no
representa riesgo para la población.
“No hay riesgo a la
población dada la composición de la nube y a la buena dispersión atmosférica”,
afirmaron.
A través de las redes sociales la población comenzó a compartir fotografías de la nube que es expulsada de una de las plantas de la refinería.