Por Héctor Guerrero
Traidor: persona que falta a la lealtad o la fidelidad
debidas.
Nuestra historia ha estado llena
de traiciones y traidores y nos guste o no, sobre esa base está fincada nuestra
identidad, construida por traidores y falsos redentores.
Algunos quizá de forma justa o
injusta depende el bando en el que estés, personajes como La Malinche,
Iturbide, Juárez, Santa Anna, Victoriano Huerta, el propio PRI que traicionó
los principios de la Revolución y muchos casos más.
Somos un país que está acostumbrado
a la traición, a olvidar y seguir adelante.
La palabra traición se refiere al
acto o conducta de deslealtad o falta de compromiso que existe entre dos o más
involucrados. El término se origina del latín traditio que significa traición,
es decir, acción que conlleva a quebrantar la confianza.
En este régimen, la palabra
traición y traidor se ha usado a diestra y siniestra, para denostar a aquellos
que no abrazan ciegamente las ideas de quien hoy ostenta el poder.
Basta recordar la inefable
campaña que se orquestó contra los legisladores de oposición por no someterse a
aprobar la reforma eléctrica que propuso el presidente López.
Hace unos días la Sala
Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF) determinó que la campaña “Traidores a la Patria”, es propaganda con
contenido calumnioso, por lo que llamó al presidente Andrés Manuel López
Obrador “al deber de cuidado en el ejercicio de sus funciones” y sancionó
económicamente a otros servidores públicos de Morena.
Como jefe de Estado, carece de
superior jerárquico constitucionalmente solo puede ser juzgado por traición a
la patria y delitos graves, «no se califica su actuar», por lo que
solo le dieron un jaloncito de orejas y le informaron “que la importancia de su
cargo le impone un deber de cuidado reforzado en el ejercicio de sus
funciones”.
Con todo este contexto y sabiendo
que al día de hoy tenemos un presidente que ha mentido alrededor de 100 mil
veces durante 4 años, debemos cuestionarnos sobre donde se encuentran los
traidores.
El traidor se toma su tiempo para
ir construyendo internamente ideas, pensamientos, que justifican la injusticia
que va a cometer. De hecho, en general, esta persona está convencida de que su
comportamiento es correcto y honorable, pues ha estado racionalizándolo.
Y esto no lo digo yo, son
perfiles perfectamente definidos que la ciencia médica, como la psiquiatría y
la psicología, han elaborado a través de los años.
Los mexicanos hemos sido
traicionados, engañados, maltratados, sometidos muchas veces a través de la
historia, por personajes y por partidos políticos y, al día de hoy, lo seguimos
permitiendo y, no solo eso, sino que los encumbramos al poder.
Hoy tenemos la inseguridad
creciendo como nunca antes y de manera sospechosa, por decir lo menos, este
gobierno no ha hecho algo para tan siquiera ya no digamos combatirla, sino para
garantizar la protección de la población.
Ya vimos lo que sucedió hace unos
días en Guanajuato y Jalisco, los destrozos que salieron a dar integrantes de
crimen organizado, cubiertos con el manto de la impunidad y sabiendo que nadie
los va a detener, pues aprendieron bien del tristemente famoso “culiacanazo”.
Lo de este gobierno ya es un
abuso y tiene como costumbre evadir las responsabilidades con respecto a la
seguridad y, no solo sobre ese tema, sino otros como la salud, la economía y
todos aquellos prioritarios que rigen la agenda nacional.
Por lo menos, los gobiernos anteriores
eran cínica y abiertamente corruptos, se sabía a que atenerse con ellos, hoy,
hacen lo mismo, pero con bandera de víctimas y una careta de moral superior,
pues saben que, de uno u otro modo, siempre estarán salvaguardados de la
crítica ajena.
Recurro aquí nuevamente a la
ciencia, no a opiniones, sobre cómo se comportan los manipuladores, los pueden
detectar en casa, hombres y mujeres que usan el chantaje emocional, donde es
bastante común que el manipulador asuma el papel de víctima y adjudique a los
otros el papel de verdugos, legitimando con ello cualquier comportamiento. Para
estas personas los demás siempre tienen la culpa, ellos son pobres víctimas por
ser demasiado buenos, buscarán a personas que comprendan su dolor y
aprovecharán esa empatía para manipularlas, y conseguir cubrir sus propias
carencias emocionales.
Como son incapaces de pensar en
los demás, ni de ponerse en su piel, no les importará lo más mínimo hacer tanto
daño como hacen ¿Les suena familiar?
Quiero llegar con todo esto al punto
de que ya está más que listo el “decretazo” que incorporará a la Guardia
Nacional (GN), al ejército pasándose por el arco del triunfo al poder
legislativo y sentando las bases de un gobierno autoritario y un país
militarizado, donde se ha concedido a los militares más de 30 tareas ajenas a
la materia de seguridad.
Pregunten a Argentina, Chile y
otros gobiernos latinoamericanos lo que pasa cuando les otro gas carta abierta
a los militares. No cabe duda que estamos regresando a los años 60 y 70.
Tan solo en este punto, para no
citar 100 mil más, López demuestra su incongruencia y sus verdaderas
intenciones, pues recordemos por allá en el ocaso del gobierno de Calderón, su
posición contra la “fallida estrategia de seguridad” donde lanzó el expreso
llamado a regresar al Ejército a los cuarteles.
Lo anterior tras defender que el
cuerpo militar “no debe utilizarse para suplir las incapacidades de los
gobiernos civiles” y hoy quiere incorporar a la GN, inicialmente fundada con un
carácter civil, a las filas de la Sedena.
Y si la ley le estorba, pues
simplemente la cambian y punto.
La oposición, tan solo un
espectador más.
Con esos antecedentes, lo que
sucede ahora y, les aseguro, vendrá lo peor, MORENA va a pedir el voto de la
ciudadanía, vestida con su papel de víctima.
Ya dice la fábula del asno y la
zorra, “Traición bajo amistad es doble maldad”.
En esta fábula de la #4T ¿Dónde
están los verdaderos traidores y manipuladores?
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero