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La oposición en
San Lázaro expuso que no dará un sólo voto para que la Guardia Nacional esté
bajo el mando de la Sedena
Contrario a su convicción como líder opositor, de
regresar a los militares a sus cuarteles, el presidente Andrés Manuel López
Obrador anunció que emitirá una propuesta de reforma para que la Guardia
Nacional “dependa completamente” de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) y, en caso de que sea rechazada en el Legislativo, la medida sería
implementada mediante un acuerdo presidencial.
Como justificación,
el mandatario recordó lo ocurrido durante el sexenio de Felipe Calderón, quien
dejó expuesta a la Policía Federal y sucedió lo relacionado con Genaro García
Luna, exsecretario de Seguridad Pública, quién hoy se encuentra preso y en
espera de un juicio en los Estados Unidos por corrupción y crimen organizado.
ometer la
Guardia Nacional a la Sedena, en opinión de López Obrador, impediría que casos
de corrupción como estos prevalecieran en el organismo.
“Que la Guardia Nacional sea parte
de la Sedena para que pueda mantenerse en el tiempo sin echarse a perder. Para
que no vuelva a pasar lo que pasó con la Policía Federal Preventiva, que la
dejaron suelta dependiendo de políticos y se echó a perder, se corrompió.
Queremos que la Guardia Nacional quede inscrita a la Defensa como las Fuerzas
Áreas y otras ramas que tienen que ver con la defensa”, expresó.
De inmediato, la propuesta provocó
debate y controversia entre organizaciones civiles, académicos, líderes de
oposición y periodistas, quienes recordaron que la propuesta original al crear
la Guardia Nacional, es que tendría mando civil, como se aprecia en el decreto
oficial de su creación: ”Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la
Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.
Como candidato a la presidencia de
la República, López Obrador mantenía una postura crítica ante la militarización
del país, pues esta había convertido al país en un “cementerio” por medio de
una “guerra absurda contra el narcotráfico”, la cual había dejado 210 mil
asesinatos y más de 1 millón de víctimas de la violencia.
Expertos en
seguridad como el analista Alejandro Hope y el abogado y politólogo del Centro
de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Martín Reyes, han criticado las
medidas planteadas por el mandatario, en tanto las consideran un intento de
violación al dictamen constitucional que las determina de carácter civil.
En tanto, los coordinadores
parlamentarios de oposición dijeron que no darán un sólo voto para que la
Guardia Nacional esté bajo el mando de la Sedena. Luis Cházaro, coordinador del
PRD en San Lázaro rechazó la propuesta presidencial y dijo que la combatirán en
instancias judiciales.
Organizaciones defensoras de
Derechos Humanos expusieron que la Guardia Nacional fue creada con el
compromiso de progresiva devolución a lo civil, programada para fines de este
sexenio. Adscribirla ahora a la Sedena implica más militarización, lo cual es
un retroceso peligroso, alertaron.