Cd.
de México 28 julio 2022.- Todavía sin
librar la degradación de categoría en la seguridad aeronáutica, el Presidente
Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que la Terminal 2 del
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tiene una falla estructural,
por lo que «analizan» construirla de nuevo.
El eventual cierre de la T2, que atiende el
42 por ciento de los viajeros y tiene a Aeroméxico como principal usuario,
sería un nuevo descalabro para este AICM y traería como consecuencia la
transferencia de vuelos al Aeropuerto Internacional «Felipe Ángeles«.
Sólo de enero a mayo de 2022, la T2 movilizó a 7 millones 478 mil 994 pasajeros
de un total de 17 millones 683 mil 158 que transportó en su conjunto el AICM.
De acuerdo con los expertos, los vuelos internacionales serían los más
afectados, pues un gran porcentaje de ellos sale desde esa terminal.
El problema que se presenta, en opinión de analistas, es que antes de cambiar
vuelos internacionales, debe recuperarse la Categoría 1 en seguridad
aeronáutica, porque los vuelos hacia Estados Unidos no se pueden mudar a otro aeropuerto, por la degradación aérea, y utilizar otros
puertos aéreos como Toluca, Querétaro, Cuernavaca y Puebla.
Carlos Torres, analista aéreo, consideró que es exagerado considerar que la T2
está en riesgo de derrumbe, pues desde sus inicios se sabe que tiene problemas
de hundimiento por las condiciones del terreno en donde fue edificada.
El Presidente volvió a culpar ayer a sus antecesores del descuido de la Terminal 2.
«Además de la mala calidad del suelo», dijo en la conferencia
mañanera, «no hicieron el trabajo de cimentación adecuado».
«Ahí hubieron fallas y es hasta para ordenar una auditoría técnica
administrativa», aseguró. «Tenemos que resolver cómo evitamos que se
derrumbe y que haya desgracias.
«Una posibilidad es hacerla de nuevo, porque sí es una falla estructural
grave. Hay hundimientos diferenciales. Y lo otro es apuntalarlo», planteó.
Pero su Gobierno sabía, por lo menos desde 2019, que las dos terminales del
AICM tienen problemas de hundimiento y deslizamiento.
En marzo de 2019, el AICM solicitó 196 millones de pesos para 11 estudios
de preinversión necesarios para enfrentar lo que describió como «daños
estructurales» en ambas terminales.
«La Terminal Dos -construida entre 2002 y 2007- fue establecida por medio
de dos sistemas de cimentación que trabajan de forma diferenciada ante los
hundimientos por subsidencia», concluyó el dictamen que conocía desde
entonces el Gobierno de la 4T, «lo que ha
generado importantes hundimientos diferenciales entre las estructuras de los
dedos y el edificio terminal».
Antes de atender esos problemas, sin embargo, el Gobierno de la 4T apresuró la terminación
del AIFA, que lleva tres meses en operación y tiene en
promedio 15 vuelos diarios. La Terminal 2 del AICM promedia unos 500 vuelos al
día.
El anuncio de la posible reparación de la T2 se suma a distintas anomalías en
el AICM como:
La limitación de operaciones en el AICM.
El cierre de pistas para reparación.
La quiebra de Aeroméxico
Los problemas en el espacio aéreo.
La lentitud en la entrega de equipaje.
Problemas en la zona de migración.
El monopolio de taxis.
Rogelio Rodríguez, analista aéreo, destacó que la situación en la que se
encuentra dicha terminal es un problema que se arrastra desde su origen,
con Vicente Fox, pues desde su
construcción presentó hundimientos y fallas en su estructura.
«Desde sus inicios se sabía que no era un edificio bien hecho. Es una
realidad y se ha dejado de atender por parte de muchas administraciones del
AICM», recordó.