Cd. de México 28 julio 2022.- Debido a la saturación que presenta de pruebas en espera de ser analizadas, el Laboratorio de Genética Forense de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México se ha convertido en una bodega.
Así lo denunció personal que prefiere reservar su identidad.
Ante esta situación, trabajadores pidieron en una reunión y petición escrita a los superiores para que realicen acciones para que haya más personal y puedan desahogarse las muestras de hasta más de 2 mil pruebas que tienen rezagadas.
En el lugar hay prendas, cuerdas, puertas y otras que diariamente llegan como parte de los indicios de delitos que se cometen.
Esto ha hecho que el lugar esté saturado y que los objetos dificulten la labor del personal para realizar los análisis que se requieren. A la fecha, consideran genera desconfianza entre las personas que llegan a solicitar datos sobre una persona desaparecida, por ejemplo, pues pueden ver todos esos objetos.
«Ciertamente ya no hay espacio y trabajamos en medio de todo eso. Las personas que buscan, por ejemplo, un familiar llega al laboratorio a tomarse nuestras y nos avergüenza que vean las condiciones», señala uno de los quejosos.
Los inconformes pidieron que el nuevo Banco de ADN de la Fiscalía sea empleado también para realizar la labor que actualmente realizan en el Laboratorio de Genética, a fin de desahogarlo, así como llevar algunos de esos indicios allá.
Señalaron que en este laboratorio hay sólo un perito por guardia de 24 horas para atender todo aquello que salga en la Ciudad de México, por lo que también pidieron el aumento de personal o el apoyo de otros peritos de la Fiscalía a fin de no saturarse.
Estos problemas han surgido desde hace alrededor de dos años, en los que han expuesto sus inquietudes a fin de poder realizar mejor sus actividades.
Además, solicitaron espacios para el control y resguardo de indicios y evidencias, debido a que representan un foco de infección, pues están al alcance de todas las personas.
Urgieron también a dar mantenimiento a los equipos que son usados y a los que antes se les daba cada año, pues inician a tener fallas, como micropipetas descalibradas, y esto repercute en el incremento de consumo de pruebas de error y ensayo.
Incluso, requieren artículos tan básicos como una impresora para ingresar la documentación requerida de indicios, así como mantenimiento al único vehículo con el que cuentan para usar las 24 horas durante toda la semana. El personal aseguró que espera que las autoridades les resuelvan sus peticiones.
