Cd. de México 26 julio 2022.- Atrás
quedó el actor que hizo suspirar a miles de fans con su carisma y galanura en
películas como Al
Diablo con el Diablo, La Momia y George de la Jungla. Brendan Fraser ya está otra etapa de su carrera.
El histrión se encuentra viviendo un resurgimiento en Hollywood, luego de vivir
alejado de los reflectores por varios años debido a una fuerte depresión, y
entre sus próximos proyectos destaca el filme La Ballena.
La película dramática, dirigida por Darren Aronofsky (Cisne Negro), presentará
a Brendan Fraser como
Charlie, un profesor de inglés de 600 libras (272.15 kilogramos) que sufre de obesidad mórbida mientras
intenta entablar una relación con su hija adolescente (Sadie Sink, de Stranger Things).
Ambos se distanciaron después de que Charlie dejara a su familia por su amante
gay, pero tras la muerte de su pareja, este comienza a comer compulsivamente
debido al dolor.
Sorprende la transformación de Brendan Fraser
La primera imagen de Brenda Fraser en la piel de Charlie se difundió este martes, luego de que se anunciará de que la película competirá por el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
En la fotografía se puede apreciar al actor con su transformación, resultado de varias horas de prótesis y maquillaje. Hong Chau, Ty Simpkins y Samantha Morton también aparecen en la película.
«Adaptar mi obra a un guion ha sido un verdadero trabajo de amor para mí», dijo el escritor Samuel D. Hunter, en cuya obra se basa la película, al portal Deadline en 2021.
«Esta historia es profundamente personal y estoy muy agradecido de que tenga la oportunidad de llegar a un público más amplio. He sido fanático de Darren desde que vi Réquiem por un Sueño. Estoy muy agradecido de que esté aportando su singular talento y visión a esta película».
Por su parte, Brendan Fraser no ha querido revelar mucho sobre la trama y el viaje actoral que tuvo que experimentar para dar vida a Charlie, aunque sí elogió el trabajo de maquillaje.
«Será como algo nunca antes visto», le prometió al medio Unilad el año pasado. «El guardarropa y el vestuario fueron extensos, sin costuras, engorrosos. Ciertamente, esto está muy lejos de todo lo que he hecho».
