Nueva York, Estados Unidos(11
febrero 2022).- Las dosis de refuerzo de la vacuna
contra el Covid-19 pierden gran parte de su potencia después de alrededor de
cuatro meses, levantando la posibilidad de que algunas personas -especialmente
aquellas con alto riesgo de complicaciones o muerte- requieran de una cuarta
dosis, según datos publicados este viernes por los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Investigaciones preliminares en Israel y el Reino Unido
habían insinuado que la protección de las dosis de refuerzo disminuye en unos
pocos meses.
Los datos divulgados este viernes ofrecen la primera
evidencia en el mundo real del poder decreciente de las inyecciones de ARNm
contra enfermedades moderadas o graves en Estados Unidos.
El análisis no incluyó un desglose por edad. Otros estudios
han demostrado que, si bien las vacunas pueden perder parte de su capacidad
para prevenir enfermedades graves y hospitalizaciones en adultos mayores de 65
años, siguen siendo altamente protectoras en adultos más jóvenes con buena
salud.
«Es posible que sea necesario una vez más otro refuerzo,
en este caso, un refuerzo de cuarta dosis para un individuo que recibe el ARNm,
que podría basarse en la edad, así como en las condiciones subyacentes»,
dijo el principal epidemiólogo de EU, Anthony Fauci, a la prensa el miércoles.
Los CDC han publicado previamente datos que muestran que la
segunda y la tercera dosis de las vacunas Moderna y Pfizer-BioNTech fueron
menos efectivas para defenderse de Ómicron que de Delta. Las terceras dosis
mejoraron esa protección, al menos a corto plazo.
En el nuevo estudio, un equipo de investigadores financiado
por los CDC recopiló datos de 10 estados entre el 26 de agosto de 2021 y el 22
de enero de 2022. Los datos incluyen períodos durante los cuales las variantes
Delta y Ómicron, respectivamente, representaron más de 50 por ciento de los
casos en el país.
La protección contra las hospitalizaciones y de atención
de urgencia se redujo un 66 por ciento en cuatro o cinco meses, y a sólo un 31
por ciento después de cinco o más meses de recibir la tercera inyección, según
los investigadores.
También señalaron que la última estimación puede no ser
confiable porque pocas personas recibieron refuerzos hace más de cinco
meses, por lo que los datos son limitados.