ALONDRA DE LA PARRA PINTARÁ MÉXICO DE AZUL
Paula Ruiz
Agencia Reforma
Monterrey, NL 5 diciembre 2024.- No importa si llueve o los días son nublados, Alondra de la Parra decidió pintar La Vida en Azul y rendir un homenaje al célebre George Gershwin, músico, compositor y pianista estadounidense, reconocido por fusionar la música clásica con el jazz.
Desde París y Madrid, donde actualmente divide su tiempo, la directora de orquesta mexicana prepara su nuevo espectáculo Gershwin, La Vida en Azul, donde el jazz, la danza y la música cobrarán vida. Aquí en la Ciudad, el sábado 14 de diciembre en el Showcenter Complex con dos funciones.
Con batuta en mano, Alondra dirigirá la Orquesta Filarmónica de las Américas, que ella fundó en 2004, además, se acompañará del pianista y compositor francés Thomas Enhco, la cantante Neïma Naouri, el bailarín estadounidense Robbie Fairchild, y la bailarina mexicana Amelie Flores.
«Estoy muy emocionada de traer un nuevo espectáculo, que de hecho estamos ensayando ahora mismo aquí en París, y en Madrid la próxima semana», dice la directora de orquesta en entrevista.
«Está inspirado en la vida y obra de George Gershwin, compositor de ‘Summertime’, ‘The Man I Love’, ‘Rhapsody In Blue’ y tantas canciones tan queridas de musicales y películas, además de sus grandes obras sinfónicas como ‘Concierto en Fa’, como la ópera ‘Porgy and Bess’. Gershwin es un compositor extraordinario que mezcló el jazz con la música sinfónica de una manera que cambió el curso de la música a partir de los años 20, en Nueva York».
Por la conmemoración de los 100 años del estreno de «Rhapsody In Blue» (1924), obra más emblemática de Gershwin, Alondra se inspiró para crear su espectáculo que presentará en exclusiva para México y promete transportar a la audiencia al Nueva York y París de los años 20 y 30.
La ruta de presentaciones de Gershwin, La Vida en Azul arranca este sábado en la Ciudad de México, y el domingo en Puebla; luego el 10 y 11 de diciembre, en Guadalajara; 12, en Mérida, y culmina el 14 en Monterrey, con dos funciones en el Showcenter Complex, a las 18:00 y 21:00 horas.
«Son muchos retos a los que me enfrento. En el espectáculo voy a dirigir la orquesta, pero también dirijo escena, me toca estar al tanto de todo. Quiero que se le haga un homenaje lo más hermoso posible a alguien que admiro tanto que es George Gershwin. Sólo espero que estemos a la altura para hacerle justicia a alguien que es tan genial. Ese es mi reto», comparte la directora de orquesta.
El show, añade, también será muy teatral y se apoyará de multimedia y, esta vez, el público no sólo verá a la mexicana llevar la batuta, además bailará un poco.
«En el desarrollo del show hay dos personajes, principalmente el de Gershwin y el de su mujer, que en realidad son muchas porque él nunca tuvo una pareja constante, pero sí tuvo una gran amistad romántica con Kay Swift. Digamos que las mujeres del show representamos a esos amores y los hombres lo representan a él en sus diferentes alter egos», adelanta sobre el show.
«Hay un momento en el que todas tenemos que hacer cosas distintas para también demostrar que somos el mismo personaje y hay un pequeño momento que bailo, pero mínimo, con tremendos bailarines que tengo en el show, lo mío es nomás un guiño para representar lo que queremos comunicar».
Alondra ha sido artífice de grandes espectáculos y todos los ha presentado en Monterrey: Travieso Carmesí, con Natalia Lafourcade, Ely Guerra y Denise Gutiérrez; The Silence of Sound, con Gabriela Muñoz, y Olé, con Eugenia León, Buika y Pitingo.
Madrid, nuevo hogar
Después de radicar por años en Berlín, hace tres meses Alondra de la Parra se mudó a Madrid, donde fue nombrada Directora Artística y Titular de la Orquesta y Coro Regionales (ORCAM). Su compromiso, por ahora, es por cuatro años, afirma.
El Teatro de la Zarzuela es el escenario donde la mexicana estrenó el pasado 20 de noviembre El Manojo de Rosas, del maestro Pablo Sorozábal, su primer proyecto.
«Parte del trabajo que hace esa orquesta es tocar para la Zarzuela. En los últimos meses, estoy metida en los años 20 y 30 en Nueva York, París, Los Ángeles y Madrid, porque por un lado estoy preparando Gershwin, La Vida en Azul, y El Manojo de Rosas, ambas de autores contemporáneos, tan distintos entre sí», explica.
«Me siento muy contenta de estar en Madrid, un lugar muy cercano a México, donde es mucho más fácil la adaptación que cuando me fui con mis hijos a Alemania».