UNA CAPILLA QUE BUSCA RESURGIR DE LA TIERRA

UNA CAPILLA QUE BUSCA RESURGIR DE LA TIERRA

La sociedad civil se ha entregado al rescate de un templo del siglo 16, en Puebla, cerrado desde la década de los 70 tras desplomarse su bóveda y los arcos a causa de un sismo, y cuya función como recinto religioso recobrará cuando concluyan las obras, anticipa en entrevista Norma García, fundadora de la plataforma Yo Restauro Patrimonio.

Inserta en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, Patrimonio Mixto de la Humanidad reconocido por la UNESCO, la denominada Capilla Enterrada forma parte de los bienes comunales de Zapotitlán de las Salinas, y hasta antes del colapso albergaba a la comunidad durante sus procesiones religiosas, sobre todo en Semana Santa.
Siglos atrás recibía también a quienes transitaban durante la Colonia el Camino Real, aledaño al inmueble.

La zona, refiere García, se conoce como Las Ventas, porque allí se comerciaban productos como la cal, el carbón y, por supuesto, la sal, extraída desde hace miles de años de esta región árida, la más biodiversa de América y única en el mundo por sus bosques de cactáceas columnares, los más densos del planeta, según la UNESCO.

Esta vía persiste como ruta para mercadería, y en la localidad, que se ubica en una cañada, se mantiene también la tradición salinera, señala García.

«La sal valía su peso en oro», refiere la especialista egresada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH, «porque al no haber entonces manera de conservar los alimentos, los salaban, además de la importancia que evidentemente tiene ésta para la cocina. No es fortuito que el nombre para designar hoy día nuestro pago sea ‘salario’, porque antes pagaban con sal debido al valor que tenía».

A diferencia de otros inmuebles religiosos coloniales fundados por frailes u órdenes religiosas, esta capilla, que originalmente se utilizó como almacén de sal, fue convertido en recinto religioso y revestido de murales en el mismo siglo 16 por instrucción del dueño de los terrenos, un encomendero español, de modo que funcionó, primero, como espacio privado, perteneciente ahora a la comunidad.

En los siglos 19 y 20 se repintó una y otra vez este espacio con escenas religiosas, por ejemplo las ascensiones de Cristo y de la Virgen María, detalló el historiador Jesús Joel Peña, quien realizó el análisis iconográfico de los murales.

La zona desértica y semi-desértica albergaba hace millones de años un mar que, al secarse, dejó bajo tierra depósitos de sal, extraída ahora por los pobladores a través de pozos.

No sólo aprovecharon este recurso, sino también la geografía del terreno, que con el tiempo agregó estratos y se elevó sin solidificar los núcleos. Esto permitió que retiraran la tierra y usaran las cavidades.

«En lugar de ponerse a construir hicieron estas especie de cuevas en las que guardaban la sal que extraían de sus pozas y hacían una fachada con piedra, tierra o distintos materiales: el origen de las construcciones allí son las cuevas».

De allí el nombre de Capilla enterrada.


EN BUSCA DE FONDOS


Yo Restauro Patrimonio, la plataforma de procuración de fondos que surgió en 2019 y que coordina la recuperación del histórico sitio, busca apoyos financieros y en especie para proseguir las labores, luego de culminar recientemente la primera etapa de intervención con un equipo de especialistas en restauración, arquitectura, historia, fotogrametría y gestión, quienes desarrollaron su trabajo voluntariamente.

A su vez, el Comisariado de Zapotitlán de las Salinas aportó mano de obra, herramientas, traslados, hospedaje y alimentación.

Se recibieron donaciones en especie por parte de Oxical, cuya cal de alta pureza fue empleada en la consolidación de muros, aplanados y pinturas murales, mientras Éviter aportó productos de desinfección nano-particulados para evitar la proliferación de microorganismos, tanto en el espacio de trabajo como en las antiguas obras pictóricas.

Al proyecto se sumaron, también, las empresas Hereditas, Lube Consultores, Cammarq y Látelier Patrimonio y Conservación.

El INAH, por su parte, a través de su titular, Diego Prieto, visitó las obras y aseguró su respaldo.

Si se logran los apoyos requeridos, en menos de tres años podría reabrirse la capilla, calcula García.

«Un inmueble que ha sido restaurado, no importa si has invertido millones de pesos; si no tiene una función dentro de la comunidad, difícilmente se conservará. En este caso, la gente lo valora muchísimo, y una vez que se reanuden ahí algunas de sus funciones religiosas, con más razón será conservado», pondera.

Interesados en donar o participar pueden buscar a la plataforma en redes sociales o escribir a yorestauropatrimonio@gmail.com.


CULMINAN PRIMERA ETAPA


Los trabajos en esta primera etapa consistieron en identificar el proceso de fabricación de la capilla y sus deterioros, así como desinfección, remoción de escombros y una primera protección de aplanados con inyecciones de cal, además de realizar registros fotográficos y de video.

Se desmontó una de las dos puertas provisionales que se colocaron en el pasado y cuya instalación dañó murales y aplanados, detalla García.

El comisariado la colocará nuevamente con materiales adecuados y de acuerdo con las instrucciones de los restauradores.

Para evitar que ingresen aves y murciélagos, se colocó una malla de mosquitero que será retirada en cuanto se coloque de nuevo la puerta.

Los pobladores decidieron que la capilla se mantenga cerrada al público hasta que el inmueble esté fuera de peligro, y aceptaron la propuesta de cambiar el área de estacionamiento y desviar el tránsito de vehículos por otro camino para evitar la vibración y posible colapso de pintura mural.

Las labores continuarán por lo pronto en la Ciudad de México con la elaboración de planos y reportes que se entregarán posteriormente al comisariado y al INAH.

La segunda fase de campo, en fecha por definir, proseguirá con el fijado y consolidación de aplanados.

Además, el equipo de trabajo busca imágenes históricas de esta capilla que permita a los restauradores restituir elementos perdidos de la misma.

Ya lanzaron una primera convocatoria entre los habitantes de la comunidad, la cual extienden al resto de la ciudadanía.

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