El
nuevo desagüe del Valle de México, el Túnel Emisor Oriente (TEO), mitigó el
riesgo de inundación en la Capital del País, pero lo desplazó a Tula, señalaron
investigadores de dos universidades de Hidalgo.
El 6 de septiembre de 2021, tras una intensa tormenta en el Valle de México, el
TEO desalojó la lluvia a la entidad vecina junto con el Drenaje Profundo y el
Gran Canal del Desagüe.
Los ríos Tula y Tepeji del Río se desbordaron, dejando 16 fallecidos y cientos
de damnificados.
«Evidenció que la construcción del TEO no resolvió el problema de las
inundaciones, sólo lo trasladó de la Zona Metropolitana del Valle de México
(ZMVM) hacia el Valle del Mezquital», subrayan en un estudio.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó en un principio que los
desbordamientos fueron causados por las precipitaciones asociadas a los
fenómenos hidrometeorológicos. La versión no pudo mantenerse mucho tiempo.
«Sin embargo, se ha puesto de manifiesto que parte de lo acontecido
también está relacionado con el sistema de drenaje de la ZMVM», anotan.
Basados en un modelo del urbanista de la Escuela de Arquitectura de la
Universidad de Princeton, Dean Chahim, la investigación plantea que el caudal
enviado el 6 de septiembre desde la Ciudad de México y sus municipios
conurbados superó la capacidad hidráulica de la zona en Hidalgo.
«El desfogue combinado de la Presa Danxhó, 50 metros
cúbicos por segundo, y la Presa Requena, 120 m3/s, con un total de 170 m3/s, no
fue suficiente para desbordar el Río Tula», apuntan. El río tiene
capacidad para conducir 250 m3/s, mencionan.
«Siendo el verdadero causante del desbordamiento el torrente adicional,
cercano a 220 m3/s, de aguas negras y pluviales del Valle de México, enviadas
por la Conagua y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) al Valle
del Mezquital», establecen.
Después del suceso Conagua, planteó ampliar la capacidad del río, lo que para
los investigadores no garantiza otro fenómeno similar pueda volver a ocurrir.
«Puso de manifiesto que no basta con construir sistemas de drenaje de
mayor calibre, o ampliar el cauce de los ríos que reciben tanto las aguas
residuales, como las pluviales», cuestionan.
La ZMVM debe tener mayor capacidad de retención de los torrentes, antes de
desfogarla, anotan los expertos de las universidades Autónoma del Estado de
Hidalgo (UAEH) y Tecnológica del Valle del Mezquital.
«Disminuir el crecimiento de la Metrópoli, con el fin de proteger y
conservar las áreas verdes, reduciría la velocidad de escurrimientos»,
proponen.
Sin no se dosifica el flujo incrementa el riesgo de inundaciones en Tula de
Allende, ciudad en medio de la cual pasa el río que se desbordó.
«El cambio climático incrementa los riesgos de inundaciones, debido a que
las precipitaciones se pueden generar con mayor frecuencia y magnitud»,
concluyen.