Fue en un parque de diversiones futurista e
inmaculado llamado Westworld donde iniciaron las andanzas de
anfitriones androides que gobernaron y ejecutaron las fantasías más exóticas y
caprichosas de forasteros insatisfechos.
Siete años después de su debut en la pantalla chica, la aventura continúa, pero
con algunos de los robots fuera de ese espacio recreativo, seres que en la
cuarta temporada exploran lo que parecía imposible: «sentimientos a flor
de piel».
«Puede ser complejo explicarlo, pero la discusión sobre la relación, que
puede llegar a ser tan tóxica, entre humano y tecnología puede ser un punto
clave para entender hacia dónde vamos y nos estamos aproximando», advirtió
en entrevista Lisa Joy, cocreadora de esta serie de HBO junto con
Jonathan Nolan.
Westworld, un neowestern de ciencia ficción distópico basado en el filme
de Michael Crichton de 1973, fue concebida como una fantasía sobre los alcances
y el dominio tecnológico.
Con su nueva temporada, que se estrena este domingo, despejará varias
interrogantes, pero promete sembrar otras más.
Tanto Joy como la productora Alison Schapker la
describieron como una metáfora sobre la esperanza y el desconsuelo, un
acercamiento a la ambición y la eterna insatisfacción del ser humano, lo mismo
que como un análisis del placer colectivo e individual.
«Ya conocimos el entorno de Westworld desde adentro, y
ahora veremos lo que hay afuera. En esta nueva temporada cada episodio
consolida una historia distinta y nos van acercando a reclamos directos entre
la humanidad y la inteligencia artificial», apuntó Schapker.
Evan Rachel se posicionó como la
justiciera, revolucionaria e incendiaria Dolores Abernathy, la anfitriona más
veterana del parque y quien, en pos de sublevarse, es exterminada.
Y Thandiwe Newton, en su rol de Maeve Millay, navegó entre la inteligencia y la
estrategia extrema para saberse robot, ¿o no?
Pero, ¡oh, sorpresa! Ni esta última cumple los deseos del espectador ni Dolores
está del todo, ¿muerta?
«Cuando me dijeron que Dolores moría, lo padecí mucho y lo lamenté, pero
me explicaron que regresaba, aunque no siendo la persona que yo conocía.
‘¿Cómo?’ Sí, igual de confundida estuve por unos minutos. Sería otra yo, aunque
no era más ‘yo’. ¿Tiene sentido?
«Y tuve que enfocarme en Christina, una escritora que tiene un trabajo de
oficina, que es insegura y mientras la otra era una máquina de matar,
tremendamente segura de sí misma, con mi nueva ‘yo’ me asumí como actriz y
dije: ‘Lo hago’. Pero debo profundizar porque no sé nada de ella», observó
Wood.
Ed Harris, como el Hombre de Negro, hará su retorno triunfal y expondrá algunas
de las razones de su maquiavélica conducta, mientras que la gran incógnita será
el rol que jugará la recién galardonada con un Óscar, Ariana DeBose.
«Hay revelaciones que podemos hacer, como que mi personaje es así, oscuro,
fuerte, despiadado, porque lo es.
«Lo demás ya no lo puedo decir. Pero, sin duda, estoy muy sorprendido de
la evolución que ha tenido no sólo mi personaje, sino toda la historia y el
tratamiento filosófico de ésta. Leer cada episodio nuevo es una revelación para
mí», detalló Harris.
Aaron
Paul, quien personifica a Caleb Nichols e ingresó en la temporada
anterior, destacó el poder de convocatoria que la producción ha tenido, a pesar
de los altibajos.
También resumió la trama venidera.
«Lo que te imaginas que sucede en el mundo exterior es un azote de
realidad, cruel y lleno de expectativas incumplidas
«‘Bienvenidos’ al nuevo Westworld«, finalizó.