Corea del Norte enfrenta una nueva epidemia, por lo que envió
equipos médicos e investigadores epidemiológicos a una provincia. Donde se
lucha contra el brote de una enfermedad intestinal, informaron el domingo
medios estatales.
Al menos 800 familias que sufren lo que Corea del Norte solo ha llamado
una “epidemia entérica aguda”. Han recibido ayuda hasta ahora en la provincia
de Hwanghae del Sur, a unos 120 kilómetros al sur de la capital, Pyongyang.
Entérico se refiere al tracto gastrointestinal y los funcionarios
de Corea del Sur dicen que puede ser cólera o fiebre tifoidea.
El domingo, la agencia estatal de noticias KCNA detalló los
esfuerzos de prevención. Que incluyen cuarentenas, “detección intensiva para
todos los residentes” y tratamiento especial. Además de monitoreo de personas
vulnerables como niños y ancianos.
Un “Equipo nacional de diagnóstico y tratamiento rápido” está trabajando
con los funcionarios de salud locales. Y se están tomando medidas para
garantizar que la agricultura no se interrumpa en el área agrícola clave, dijo
KCNA.
Se están realizando trabajos de desinfección, incluso de aguas
residuales y otros desechos, para garantizar la seguridad del agua potable y
doméstica, según el informe.
El nuevo brote, informado por primera vez el jueves, ejerce una mayor
presión sobre el país aislado mientras lucha contra la escasez crónica de
alimentos y una ola de infecciones por COVID-19, la primera reconocida
oficialmente por las autoridades del régimen de Kim Jong-un.
Este lunes también se reveló que Pyongyang dejó abruptamente de
importar productos de prevención y control de COVID-19 de China en mayo, según
mostraron datos comerciales publicados por Beijing, luego de que el país
comprara máscaras faciales y ventiladores a su vecino en meses anteriores.
Corea del Sur
y Estados Unidos se han ofrecido a brindar ayuda, incluidas vacunas, pero
Pyongyang no ha respondido.