Cd. de México 19 junio 2022.- Mientras que el Gobierno de la 4T le
suma tareas a las Secretarías de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional
(Sedena), las dependencias federales registran este año el mayor número de
bajas entre su personal.
En el primer trimestre, 363 elementos de la Semar solicitaron su baja, igual
que 429 de la Sedena. Se trata de la cifra más alta de salidas en instituciones
que han duplicado sus funciones en este sexenio.
En el caso de la Semar, las bajas pertenecen a 274 marineros, 45 cabos, 11
terceros maestres y 24 tenientes de corbeta, de acuerdo con un reporte oficial
de la dependencia.
La cifra de renuncias en los primeros tres meses de 2022 representa un promedio
mensual de 121 efectivos.
En todo 2021 se fueron de la Armada de México 379 elementos, un promedio de 31
elementos al mes.
En 2020 decidieron darse de baja 223, un promedio mensual de 18 efectivos,
mientras que en 2019 decidieron su baja sólo 75, un promedio mensual de 6
marinos.
El alto número de bajas registradas en apenas un trimestre coincide con las
nuevas labores en materia de seguridad por parte del personal naval en
aeropuertos, aduanas y puertos.
En febrero pasado, mil 500 elementos fueron enviados al Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México (AICM), y este año se anunció que la
dependencia se hará cargo de 17 aduanas, además de que se hizo del control de
los puertos marítimos del país para evitar, principalmente, el tráfico de
drogas.
Ante el alza de violencia en Morelos, un grupo de 235 marinos también fue
enviado a esa entidad desde enero.
Para Guillermo Garduño, académico de la UAM y experto en temas militares, la
carga de trabajo y la baja remuneración están generando las bajas.
«Hay dos asuntos aquí: la fatiga del personal, si te das cuenta la mayor
parte de las bajas son de tropa, o de nuevo ingreso o que tiene un salario bajo
y se desesperan, ven la carga de trabajo, no pueden, se dan por vencidos y se
van.
La Sedena también reporta bajas de su personal.
En el primer trimestre de 2022, un promedio mensual de 143 efectivos decidieron
irse de los cuarteles del Ejército.
De acuerdo con un reporte de la Defensa, en los primeros tres meses del año se
fueron 383 soldados, 15 cabos, 13 sargentos segundos, 7 sargentos primeros, 9
subtenientes, un teniente y un capitán primero, para un total de 429 renuncias.
La cifra representa un 16 por ciento más que en 2021, cuando se reportó un
promedio de 123 bajas. En 2020 se registró un promedio mensual de 97 bajas, y
en 2019, de 88.
En este contexto, el Ejército también registra una ampliación en sus tareas,
tanto en seguridad pública, en materia de huachicol, resguardo de instalaciones
estratégicas, fronteras, aduanas y hasta en la construcción de proyectos
prioritarios para la 4T, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe
Ángeles (AIFA), aparte de los apoyos a la población civil en casos de desastre.
Un mando militar que pidió el anonimato alertó sobre las actividades en las que
se pueden emplear los elementos dados de baja.
«Ese personal está entrenado, se capacitó, se gastó recursos del Gobierno
en ellos, y la pregunta es: ¿a dónde van ir a trabajar con todo ese potencial
militar que tienen?», externó.
«Hay quienes se están pasando de un bando a otro, que están engrosando
-con experiencia y códigos militares- al narcotráfico, para constituir células
mucho más fuertes y poderosas», señaló.
…Y otros se van por mala conducta
En lo que va de la actual administración, 243 elementos de la Secretaría de la
Defensa Nacional y 33 de la Armada de México han sido dados de baja por mala
conducta, revelan informes de ambas dependencias con corte a marzo pasado.
Esta situación tiene que ver principalmente con que los militares no tuvieron
buen comportamiento en el desempeño de sus funciones, rompieron la disciplina o
faltaron a sus deberes.
También por el consumo de drogas o que haya alterado y/o falsificado
documentos.
No obstante, en el Programa Nacional de Desarrollo 2019-2024 figura un Código
de Ética en el que los integrantes de las Fuerzas Armadas también fueron
incluidos. Ese código plantea, entre otras cosas, la rendición de cuentas, la
equidad, el respeto a los derechos humanos y evitar actos de discriminación y
acoso sexual.
En días pasados, el Secretario de la Marina, Rafael Ojeda, reveló frente al
Presidente Andrés Manuel López Obrador que la dependencia ha detectado
sustracciones de uniformes para venderlos al crimen organizado.
«Al menos nos ha pasado dos o tres veces dentro de nuestra
institución», dijo Ojeda. «Hemos detectado elementos que sacan, sobre
todo uniformes, y los venden a la delincuencia organizada. Afortunadamente,
nuestra contrainteligencia los ha detectado y los hemos dado de baja»,
agregó, «porque meterlos a la cárcel es muy difícil por cuestiones
jurídicas», dijo.
A esas bajas por mala conducta se suman las de 2 mil 309 integrantes de la
Sedena que en este sexenio -también hasta marzo – han desertado de las filas
militares, un acto que es perseguido por la justicia militar con meses de
encuartelamiento o prisión, según la gravedad del abandono del cargo.