INDAGA ‘BECOMING ELIZABETH’ VIDA PERSONAL DE ISABEL I

INDAGA ‘BECOMING ELIZABETH’ VIDA PERSONAL DE ISABEL I

En la flor de su adolescencia, llena de ilusiones, ideales y con un prematuro y romántico despertar sexual, Isabel Tudor se ve envuelta en encrucijadas políticas y disyuntivas emocionales que la hacen luchar a toda costa por sobrevivir, antes que aspirar a la corona que le corresponde.

Así es retratada en Becoming Elizabeth, serie que se estrena este domingo en Starzplay y que se enfoca en los primeros años de la Reina más emblemática de Inglaterra.

Alicia von Rittberg, la alemana afincada en Reino Unido, personifica a la protagonista de esta producción que muestra a la aspirante a monarca como una Tudor más, despreciada por el machismo de la época del siglo 15.

Fue, también, visualizada por la corte y por su medio hermano, el Rey Eduardo VI, sólo como una pieza de ajedrez en un juego político.

«Ella intentó sobrevivir, salvar el pellejo, y ya como Reina fue muy conocida por su inteligencia y su compromiso para comprometerse y cargar con todo el peso de lo que tenía sobre ella. Fue una mujer sabia y conocedora de su poder, pero muy entendida con su parte pública.

«Como seres humanos conocemos sólo lo que se dice públicamente de la corona y en la relación de hermano y hermana, pero fue una mujer súper solitaria, desconfiada, y no sabía cómo se resolvería su vida hasta que le cayó el título», dijo Rittberg en enlace desde Londres.

Invariablemente, al mencionar a una de las monarcas más conocidas en la historia de la realeza inglesa, y de quien hay infinidad de versiones en libros, películas y series, las comparaciones no pueden faltar con actuaciones como las de Margot Robbie (Las Dos Reinas), Cate Blanchett (Isabel, La Edad de Oro), Helen Mirren (Isabel I), Judi Dench (Shakespeare Enamorado) o Bette Davis (La Reina Virgen).

A diferencia de las mencionadas, opina la actriz de 28 años, su caracterización está basada en los años tempranos de Isabel I, y en los acontecimientos que la formaron y le dieron una perspectiva de lo que serían sus tareas con el máximo título al que podría haber aspirado y como parte de un linaje lleno de traición, sangre, amor y ambición.

«Son los años primeros de una mujer admirable, y yo estoy también en una época de florecimiento actoral eso me da mucha satisfacción porque son episodios que antes no fueron abordados de esta manera.

«(Sobre las comparaciones), escuché una entrevista con Helen Mirren, cuando habló de ella, y dice que mostró su versión, su entendimiento y nada más. No era con el propósito de dar una verdad, sino una interpretación. No era sobre errores o aciertos, de una historia de vida, lo cual me pareció que encajaba con mi aproximación al personaje», resaltó la actriz de las series Charité y Genius.

Isabel Tudor, la novata, la inexperta, la soñadora, comienza su travesía en esta serie como una inocente intrusa en una familia que la acoge como huérfana hasta que se ilusiona con Thomas Seymour (Tom Cullen), el esposo de su mentora y protectora, Catherine Parras (Jessica Raine).

La echan de la mansión con otra familia, y es entonces cuando su medio hermano, el berrinchudo y mimado Rey Eduardo VI (Oliver Zetterström) la percibe como una amenaza a su trono, aunque también como una posibilidad de rescate en caso de que muera.

«Ella tenía un alma bella, y si profundizas en su historias, fue inteligente para hacer política, pero sacrificó su vida personal. Nunca trató de parecerse a un líder masculino, y se impuso como mujer, no fue vulnerable públicamente, supo qué fue la fortaleza y la inteligencia pero su vida personal la percibí muy atormentada», observó.

Y lo que sucede para que sea consagrada como Reina protestante y única heredera marca la pauta para este nuevo relato televisivo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *