La
semana pasada Rodrigo Rodríguez celebraba los 14 años de su hija Valentina y
planeaban cómo iba a ser la celebración de sus 15 años; ayer, ella tuvo que
enterrarlo tras morir en un hecho de tránsito, en la Avenida Marina Nacional,
Alcaldía Miguel Hidalgo, el 5 de junio.
Sosteniendo una fotografía de Rodrigo, Laura Rodríguez, su hermana, dijo
recordarlo como un buen padre y lamentó que tras su muerte, provocada por un
portazo de un vehículo de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), sus hijos
tengan que vivir sin él.
«Estamos destrozados por cómo se dieron las cosas. Mi hermano siempre
cargaba con todo su equipo y siempre era una persona muy precavida,
desafortunadamente un conductor de camión de obra pública abrió su puerta sin
fijarse», dijo.
Laura, acompañada de los hijos de Rodrigo, acudió al Ángel de la Independencia
en donde se reunieron decenas de ciclistas y amigos suyos para gritar consignas
para exigir justicia y adelantó que el suceso será un impulso para buscar
evitar las muertes viales.
«En el lugar donde mi hermano murió, justo en ese lugar hay una bici
blanca y eso no es una coincidencia, algo está haciendo mal el Gobierno; dos
veces en el mismo sitio no es una coincidencia», expresó.
Luego de estar en el Ángel, la familia y el colectivo Justicia para Todos
cerraron Marina Nacional y exigieron, además de que esta muerte no quede
impune, que la Secretaría de Movilidad (Semovi) garantice la seguridad de de
los ciclistas, principalmente que se instale una ciclovía en dicha avenida.