Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en el
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) acusaron a sus mandos de
encabezar una red de corrupción para extorsionar a migrantes.
Según la denuncia, los mandos obligan a empleados a realizar cobros de hasta
mil dólares para facilitar el tránsito de pasajeros indocumentados.
A esa queja se añaden diversos reclamos de grupos académicos y ONG’s sobre la
retención ilegal, este fin de semana, de participantes en la conferencia del
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO 2022), que se realiza en
la UNAM.
Una académica participante difundió en redes: «Impresionante la xenofobia
y el maltrato de los agentes del INM con los investigadores que asisten a
CLACSO 2022. Retenidos, incomunicados, amenazados con ser deportados, sometidos
a puras arbitrariedades».
A una investigadora argentina, refirió, «le piden título de la ponencia,
mesa en la que va a presentar y, por si fuera poco, le dicen: ¿usted reside en
Argentina? ¿Por qué habla de Chile en su ponencia?».
La Asociación Sindical de Profesores Universitarios de Colombia también emitió
un comunicado de protesta por «la retención arbitraria» de profesores
colombianos por parte de autoridades migratorias en el AICM.
Señalaron que Luisa Natalia Caruso, maestra de la Universidad Pedagógica
Nacional, y María Teresa Pinto, de la Universidad Nacional de Colombia, fueron
retenidas y aisladas, durante varias horas, el viernes 3 de junio.
«El día anterior también fue retenido, por varias horas,
el profesor Sergio de Zubiría Samper junto con dos colegas centroamericanos que
fueron deportados», dice el comunicado de la asociación.
«Es momento de exigir al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador un poco
de coherencia entre un discurso que propende por la defensa de derechos
sociales y unas prácticas de sus autoridades migratorias que discriminan y
persiguen a los luchadores e investigadores sociales de países hermanos»,
señala el pronunciamiento.
La organización Sin Fronteras IAP reclamó que esas detenciones son recurrentes
y afectan por igual a migrantes, solicitantes de asilo, turistas y académicos.
En la denuncia presentada por empleados del INM se señala a Martha Carolina
Rodríguez Hernández, subdirectora de Trámites, como cabeza de una red de
extorsión que ejerce represalias hacia los agentes que se niegan a ser parte de
los abusos.
En la queja respaldada por más de 60 agentes y enviada al Órgano Interno de
Control (OIC), cuya copia fue entregada a REFORMA, los agentes revelaron que
sólo entre noviembre y diciembre del año pasado renunciaron o no se les renovó
el contrato a 50 empleados por ese motivo.
«Ejerció una red de corrupción en las Terminales 1 y 2, misma que afectó a
muchos agentes que no querían entrar al negocio que tenía con el tráfico
humano, cobrando mil dólares por persona. Los elementos que no aceptaban la
propuesta, no les renovaba el contrato, que es de tres meses, por pretextos
absurdos, o los hostigaba hasta que renunciaban», describe la denuncia
presentada ante el OIC.
Desde 2021, la CNDH indaga la retención de personas, incluidas menores, en una
habitación de la Terminal 2, adaptada con literas y colchonetas en el piso.
Conforme el documento integrado con cartas y fotografías, los agentes
explicaron que tras las reiteradas quejas, Rodríguez fue separada de su cargo a
inicios de año, pero en lugar de investigarla, fue enviada a las oficinas
centrales del INM en Polanco. Luego, debido a la falta de personal en el AICM,
la funcionaria regresó a ocupar su puesto.
Para los agentes, su retorno representó hostigamiento laboral, turnos extensos
y pernoctas de apenas tres o cuatro horas en un día. Mostraron fotografías en
las que se observa a sus compañeros durmiendo con uniforme en unas colchonetas
en el piso, junto a unos archiveros.