Apenas
lo pisaba un puñado de funcionarios y el puente colgante del Paseo Ribereño en
Cuernavaca se desplomó.
El Alcalde panista de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, su esposa Luz María
Zagal y una decena de personas más cayeron de una altura de casi 3 metros e
impactaron entre piedras y un paso de agua.
La señora Zagal se lastimó la pierna izquierda; la regidora Patricia Torres
quedó con fractura expuesta en el pie y el regidor Fernando Carillo sufrió un
fuerte golpe en la cabeza. Otros funcionarios municipales también resultaron
lesionados.
«(Fue por) imprudencia de alguien que empezó a saltar, no resistió el peso
y nos caímos cerca de 20 personas, algunos tienen lesiones de fracturas, otros
golpes», aseguró inicialmente el Alcalde.
Aunque
ya estaba en funcionamiento, el puente fue «reinaugurado» en un
recorrido de funcionarios que pretendía dar a conocer al turismo «un
atractivo más de Cuernavaca».
Pero el atractivo se vino abajo. «Tenemos que valorar cuáles son los
aspectos técnicos, que escapan en este momento a mi comprensión, para ver si
hubo negligencia o falta de mantenimiento u otra cosa», insistió el
Alcalde ya por la tarde.
La obra la terminó en 2021 la administración del morenista Antonio Villalobos.