A niños y grandes, y hasta algunos que no seguían antes el
basquetbol, los tiene encantados el show que brinda cada noche Stephen Curry en
la duela.
Y cómo no va a dar gusto ver al «pequeño» de 1.88 metros de estatura
moverse por todos lados e intentar tiros inimaginables o desde cualquier rincón
de la cancha.
Por fortuna, las Finales de la NBA tienen de regreso al mejor tirador de todos
los tiempos, quien ya comenzó a calentar motores en la serie ante Boston con
miras a su cuarto anillo de campeón.
A sus 34 años de edad, Stephen Curry sigue deleitando con sus espectaculares
tiros de larga distancia. Lleva ya 12 triples en dos juegos, y el domingo llegó
a 14 duelos de Finales con al menos 5 tiros de tres encestados.
«Mira uno hacia atrás y ves el trabajo que hemos logrado como equipo en
los últimos dos años y ha valido la pena (lesiones de varios jugadores incluido
Steph). Son unas Finales bastantes especiales para mí, y más después de lo que
sucedió desde el Juego 6 de las Finales de 2019 (cuando cayeron 4-2 ante
Toronto)», apuntó el guardia.
Curry cursa su campaña 13 en la Liga y tiene de por vida 20 mil 64 puntos en
temporada regular, y para darnos una idea de lo que significa su tiro de tres
puntos, Stephen ha intentado en ese lapso más tiros de tres (7 mil 290), que de
dos puntos (7 mil 230).
De los 20 mil 64 tantos que presume, 9 mil 351 puntos fueron producto de tiros
de tres, casi el 47 por ciento de lo que ha logrado en campaña regular desde
que llegó a la NBA para 2009-10.
El ser tan escurridizo y manejar el balón de manera excelsa no ayuda mucho para
defenderlo, y eso lo saben los actuales Celtics.
«Es un jugador que en espacios pequeños logra crear tiros, lo sabemos, es
difícil de defender», comentó el dominicano Al Horford.
Boston tiene un problema y no encuentra todavía cómo frenar a Stephen, que les
ha metido 63 puntos en dos duelos.
«No se le puede permitir espacio para tirar», expresó el coach de
Boston, Ime Udoka. «Tenemos que ajustar».
A prueba de todo
Todos saben que es el jugador a defender.
Lo atacan con rudeza, pero Stephen Curry sigue metiendo los balones de todos
lados igual que hace ocho años cuando llegó a sus primeras Finales de la NBA.
El coach Steve Kerr de los Warriors dijo que es increíble poder ver jugar todas
las noches al veterano de 34 años, pues no recibe el suficiente crédito por su
nivel físico y de acondicionamiento.
Las lesiones le han pegado duro en su carrera, incluso, sufrió una fuerte
lesión en el tobillo izquierdo hace tres meses y hasta se pensó que no estaría
recuperado para los Playoffs, pero como siempre, Steph está de regreso y siendo
clave en una serie donde se disputa el trofeo Larry O’Brien.
«Simplemente Curry no recibe el suficiente crédito por su nivel de
acondicionamiento físico y la defensa que nos da», expresó Kerr.
«Los rivales lo atacan para tratar de desgastarlo porque saben lo
importante que es para nosotros en la ofensiva, y es bastante dramática la
diferencia en la fuerza y físico de Steph en su cuerpo hoy que hace ocho años
cuando llegué aquí. Así que, el chico es increíble, pues sigue trabajando en su
juego, su fuerza, su acondicionamiento año tras año, y es un placer verlo jugar
todas las noches».
Curry se ha roto de todo, y sigue jugando como estrella con 13 temporadas en la
espalda. Entre las lesiones más fuertes que ha sufrido están la fractura de
mano que tuvo en octubre de 2019, igualmente un severo esguince en la rodilla
izquierda en marzo de 2018.
Una lesión con la que batalló mucho fue una torcedura en el tobillo izquierdo a
finales de 2010, y que lo llevó a someterse a dos cirugías. En sus inicios las
lesiones le pegaban duro, tanto que en marzo de 2012 volvió a lesionarse el
tobillo derecho.
Y en diciembre de 2017 se torció el tobillo derecho, pero el susto solamente lo
dejó fuera 11 partidos.