La alternancia en el
gobierno del estado se perfila como resultado de la elección de este domingo,
conforme avanza el conteo de los votos que le dan una amplia ventaja al
candidato de Morena, Salomón Jara Cruz, quien anoche cantó su victoria
“irreversible”. El triunfo, clamó, surgió de “una insurrección pacífica y
popular”.
El proceso de ayer
estuvo marcado por la indiferencia de los electores, que se reflejó en un alto
abstencionismo, de más de 63 por ciento del electorado, y por quema de boletas
en 22 casillas en municipios con conflictos sociales.
Se trata de la
participación más baja, comparada desde la elección de 2010, cuando la
asistencia a las urnas fue de 85.91 por ciento; de 2016, con 58.64 por ciento,
y la más reciente de 2018, cuando acudió 67.22 por ciento del padrón.
Anoche, el Instituto
Estatal Electoral y de Participación Ciudadana presentó un conteo rápido, con
el cual estima que Jara Cruz obtendrá entre 58 y 61.4 por ciento de los votos;
el priísta Alejandro Avilés Álvarez, entre 24.3 y 27.2 por ciento, y la panista
Natividad Díaz, entre 3.5 y 4.4 por ciento de los sufragios.
La presidenta del
Consejo General del instituto, Elizabeth Sánchez González, manifestó que con
esos números hay “una clara tendencia en favor” de Jara Cruz, pero acotó que
aún está pendiente el cómputo distrital y anunció que la información del
Programa de Resultados Electorales Preliminares estará disponible hasta este
lunes
A las ocho y media
de la noche, en el salón de un hotel de esta capital, Salomón Jara se presentó
a una declaración de prensa. Ahí manifestó: “No es una victoria personal, es un
logro colectivo, del pueblo y la culminación de una lucha histórica”.
Anticipó que se
aplicará la misma política federal, de austeridad, de combate a la corrupción y
los privilegios. En ese tenor, declaró: “Hoy enterramos uno de los últimos
bastiones del viejo régimen autoritario e iniciamos la construcción de un nuevo
futuro. Se acabó el pasado de fraude, pobreza, corrupción y agravios
históricos. ¡Oaxaca es tierra obradorista!”
No obstante los datos
oficiales, pidió a la estructura de Morena y sus aliados mantener el
seguimiento del conteo de votos en las casillas. “No descuidemos esa tarea. No
nos confiemos. Debemos cuidar ese momento del cómputo de las actas. La elección
es nuestra, del pueblo y hay que defenderla”, definió.
Como reza una de sus
frases de campaña, indicó que a partir de esta elección “llegó la primavera
oaxaqueña” y sostuvo que, con su eventual triunfo, recibe “un mandato muy
claro: construir desde abajo un gobierno honesto, austero, eficiente y
transparente. Como he dicho, será un gobierno de territorio y no de
escritorio”.
Ofreció una relación
de respeto y colaboración con los poderes y actores políticos y económicos del
estado, pero acotó que “no se basará en el contubernio, la corrupción ni
la cooptación”. El festejo se realizó pasadas las 22 horas en la
alameda del Centro Histórico.
En tanto, poco
después de las 10 y media de la noche, el candidato priísta impuesto por
Alejandro Moreno reconoció su derrota en una declaración en la sede estatal
del tricolor. Alejandro Avilés expresó: “Dimos una gran pelea, pero
los resultados no son los esperados, son adversos. Debemos admitir cómo son las
cosas”.
Además del marcado
abstencionismo, la elección registró incidentes como la quema de paquetería
electoral. En Guichicovi ocurrió el más grave. El parte policiaco señala que
hubo un enfrentamiento entre fundadores de Morena y grupos del ex alcalde
Raynel Mijangos, aliado de Jara Cruz. El actual alcalde, Heberto Luis Zacarías,
reportó disparos de arma de fuego y pidió que arribara la policía a la plaza
principal.