Bogotá,
Colombia, 29 mayo 2022.- La izquierda nunca había estado tan cerca
de llegar al poder en Colombia como hasta ahora, con Gustavo Petro como el
favorito en todas las encuestas de intención de voto para los comicios
presidenciales de hoy.
El descontento social acrecentado bajo el actual Gobierno del uribista Iván
Duque, la crisis económica agravada por la pandemia de Covid-19 y el incremento
de la inseguridad han sido unos de los principales factores que han exacerbado
una «sed de cambio» entre el electorado, impulsando los ánimos para
que el ex guerrillero y ex Alcalde de Bogotá tome las riendas del país, según
consideran los analistas.
Petro, de 62 años, lidera las encuestas de intención de voto con un amplio
margen frente a sus contrincantes más distinguidos, el derechista y ex Alcalde
de Medellín Federico Gutiérrez y el empresario y ex Alcalde de Bucaramanga
Rodolfo Hernández.
«Yo creo que todas las condiciones están dadas (para que la izquierda tome
el poder) Hay una sensación muy fuerte de necesidad de cambio (…) derivada de
un fuerte descontento social», asevera Sebastián Londoño, analista
política de la Universidad del Rosario.
Su paso por la guerrilla estudiantil del M-19, luego como senador y
posteriormente como Alcalde de Bogotá, el segundo puesto de mayor relevancia en
el país, le habrían dado a Petro tanto las herramientas como la visibilidad
necesaria para su carrera política.
La especialista señala que el izquierdista afronta su tercera carrera por la
Presidencia con varias lecciones aprendidas de sus derrotas en 2010 y 2018, en
una trayectoria parecida a la que siguió el actual Mandatario mexicano y líder
de Morena Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, afirma, Petro cuenta con un movimiento político (Pacto Histórico) que
construyó tras su última candidatura, y, luego de las elecciones legislativas
del pasado 13 de marzo, cuenta con un grupo congresional bastante amplio de 20
senadores y más de 35 representantes.
«Y por ahí, yo hago mucho el símil con México. Andrés Manuel López Obrador
tuvo que lanzarse tres veces hasta que las condiciones políticas, económicas y
sociales estaban dadas, y creo en el caso colombiano eso está pasando, las
condiciones políticas, económicas y sociales están dadas para tener un
Presidente de izquierda en Colombia», arguyó.
Su candidatura, con Francia Márquez como compañera de fórmula, aspira a sentar
otro precedente: la primera mujer afroamericana como Vicepresidenta del país.
El ascenso de la lideresa, una ex trabajadora doméstica y una reconocida
activista ambiental, también podría sumarle apoyos a Petro tanto entre el
sector femenino como entre otras comunidades olvidadas: negras, indígenas y
rurales, de acuerdo con los analistas.
En los últimos 20 años, y tras la llegada al poder de Álvaro Uribe, la
conversación y el debate político en el país había circulado en torno al
conflicto armado y el uribismo. Esta sería la primera elección en la que el
foco es distinto.
Gran parte de la población ha acusado que el desarrollo ha favorecido mucho más
a las clases altas de Colombia, dejando a los sectores pobres más rezagados y
vulnerables, lo que derivó en el estallido social de 2019.
Ahora, la elección plantea un cambio de modelo económico que atienda a esos
sectores.
«Hay sectores de comunidades que han sido tradicionalmente marginadas, más
pobres, más alejadas de las zonas más desarrolladas del país, en donde se
percibe que hay una oportunidad, una alternativa de cambio, de transformación,
de incorporación y hay más entusiasmo frente a esta elección», sostuvo la
académica Silvia Otero, profesora de la Universidad del Rosario.
Otro de los puntos de debate es el aumento de la inseguridad en el país. Aunque
los Acuerdos de Paz de 2016 redujeron las tensiones con los guerrilleros de la
extinta FARC, otros grupos disidentes y cárteles de la droga han provocado una
ola de violencia en el país.
De los candidatos, Petro es el único que tiene el pase directo a una eventual
segunda vuelta en junio. La segunda posición se ha vuelto más reñida en los
últimos días, con un sorprendente ascenso de Hernández frente a Gutiérrez.
En un país ávido de propuestas populistas, el empresario, que se ha lanzado con
una contundente campaña contra la corrupción, ha prometido, entre otras cosas,
convertir el Palacio Presidencial en un museo y vender la mayoría de los
aviones utilizados por altos funcionarios y legisladores.
Algunos analistas incluso han planteado la posibilidad de que pueda arrebatarle
la Presidencia a Petro en el balotaje.
«Estamos ante un electorado antisistémico, antiinstitucionalista,
demandante de políticas populistas, (al igual que en el resto de) América
Latina», como pasó en México, Argentina, Chile, entre otros», agregó
Otero.