Aun con la regulación vigente
y disponible, los negocios alrededor de la industria del cannabis en el País
continúan su crecimiento, de tal forma que compañías como The Cannaraw apuntan
a un modelo de franquicias para tiendas físicas donde vender sus productos.
La empresa mexicana, que produce y vende productos de cáñamo y sus derivados
obtenidos de cultivos orgánicos en Oregon, Estados Unidos, inició con ventas en
línea y recientemente abrió en la CDMX sus dos primeras tiendas propias.
Su oferta es de más de 27 productos, tanto de esta índole como de hongos,
enfocados en la herbolaria mexicana y medicina ancestral.
«Entre los tres socios mexicanos creamos la idea (de las franquicias),
contratado gente que tenemos en el equipo, lo hemos desarrollado nosotros,
tratamos de que sea lo más fácil de operar con manuales rápidos, todo lo que es
el plan de negocios es entendible para cualquier interesado, números
simples», dijo Benjamín Vargas, CEO de la empresa.
La idea, agregó, es crear 20 tiendas propias, ya sea en la Ciudad de México o
nacionales, y empezar a franquiciar.
«Estamos en pláticas con un empresario se Cancún que quiere abrir 10
tiendas en la zona, Mérida, Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Holbox y Bacalar.
El plan a mayo del 2023 es tener por lo menos 50 tiendas en el mercado»,
explicó.
Sus
ventas en el País han continuado gracias a un amparo y, mediante un aviso de
funcionamiento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos
Sanitarios (Cofepris).
Su portafolio se maneja principalmente bajo permisos de cosmetología y
suplementos, sin embargo, la aprobación de la regulación para el uso
farmacéutico medicinal permitiría comercializar sus productos de esta forma.
Explicó que las franquicias estarán blindadas con diversos avales.
Además de los requerimientos actuales de la Cofepris, se ostentan
certificaciones expedidas por Estados Unidos, incluso por el mismo Departamento
de Agricultura (USDA, en inglés) por buenas prácticas agrícolas, de buena
manufactura por el GMP y API, así como de producción orgánica y análisis de
ausencia de THC.
Las inversiones para las franquicias serán de 550 a 600 mil pesos por toda la
tienda terminada, que de arranque constará de espacios de 50 a 60 metros
cuadrados.
En una segunda etapa sería de 100 a 120 metros cuadrados para integrar un
consultorio médico especializado en medicina cannábica y herbolaria, cuyo
retorno de inversión se tiene previsto en un periodo de un año y ocho meses.