PROVOCA AL PÚBLICO TEATRO FILOSÓFICO

PROVOCA AL PÚBLICO TEATRO FILOSÓFICO

Al término de una función de Artaud, ¿Cuánto pesa una nube?, un hombre que iba acompañado de toda su familia se acercó a Clarissa Malheiros y, con claro entusiasmo, le preguntó: «¿Qué tipo de teatro es éste?».

Reconociéndole el buen cuestionamiento, la actriz, directora y docente originaria de Porto Alegre, Brasil, respondió: «‘Yo creo que lo voy a llamar teatro filosófico’. Que no sé muy bien qué es».

«Pero salieron muy estimulados, como cuando lees algo que te fascina, algo que te da asunto para ir a platicar con alguien más; algo que me movió, me cambió las ideas, que me toma en cuenta como un ser pensante, y no solamente como un consumidor o consumidora», comparte en entrevista telefónica la codirectora artística de La máquina de teatro.

Tal es el efecto, celebra la creadora, que suelen producir en la audiencia las obras que conforman la serie Encarnaciones filosóficas; espectáculos que dan pie a encontrarse de frente con la vida e ideas de tres grandes pensadores del siglo pasado: Antonin Artaud, Franz Kafka y Fernando Pessoa.

En su cierre de temporada en el Teatro Helénico (Avenida Revolución 1500, Colonia Guadalupe Inn), la compañía ofrece este fin de semana el tríptico completo, empezando el viernes con Pessoa, La hora del Diablo, que parte de un relato de juventud del escritor portugués.

«Trata, justamente, de quién es esta figura, el Diablo, el mismo Lucifer. Pessoa rescata la idea de que él es el dios de la imaginación, de los sueños, de la música. Es como un Diablo muy humano», expone Malheiros, retomando el pasaje sobre el singular viaje de este personaje y una María embarazada, quien luego de ello concebirá un poeta.

«Ahí tenemos esta idea de que siempre la figura del poeta será, de alguna manera, un hijo o una hija de esta relación del imaginario y de los sueños, que está más conectada con el Diablo de lo que con la eternidad de Dios».

Provocaciones que Malheiros y Juliana Faesler, codirectora de la compañía, entrecruzan con ideas de San Agustín; del filósofo checo-brasileño Vilém Flusser, y de la poeta mexicana Cecilia Lemus.

A esta función le seguirá, el sábado, Kafka, donde estás, están todos los mundos, evocando la sensibilidad moral del autor de La metamorfosis para percibir con renovada atención la vida que nos circunda, en medio de burocracias violentas que cazan ciudadanos «como si todos fuéramos de antemano criminales o transas», dice Malheiros.

«Ahí reivindico un pensamiento sobre la vida a través de sus cuentos de los animales, y de una cuestión muy ética», detalla la creadora escénica formada en Brasil, Nueva York y París, radicada en México desde 1996.

Por último, el domingo, la pieza sobre Artaud, acaso el menos conocido de los tres para el público en general, pero un autor de gran importancia en el mundo del arte, y sobre todo un apasionado por México, a donde llegó en 1936.

«Vino detrás de esta cultura que, para él, preservaba algo autóctono, algo auténtico», ilustra Malheiros, y remarca su cuestionamiento sobre la relación del espíritu y la cultura, del cuerpo y la cultura. «Es un gran personaje para pensar nuestra relación con la cultura hoy en día».

Hace siete años ya que La máquina de teatro arrancó con esta serie de obras, con escenografías móviles que se van creando a partir de objetos como si fueran grandes instalaciones, y cuyo principal reto ha sido el enorme y obligado clavado en la vida y pensamiento de estos autores; «hacer una investigación larga y tendida, y dejarte afectar por eso», refiere Malheiros.

El resultado, subraya, está lejos de querer ser una cátedra sobre tales personajes, sino más bien una aproximación lúdica para la gente; una experiencia donde sea evidente que «la filosofía es muy cercana a todos nosotros en nuestra vida cotidiana».

«Algo que me importa mucho con la serie de Encarnaciones filosóficas es, como dice la filósofa catalana Marina Garcés, que la filosofía no es útil ni inútil, sino necesaria. Y yo creo que es un ejercicio que hacemos diario en nuestra vida: nos levantamos, nos preguntamos ¿cómo estoy? A veces preguntas hasta más inquietantes: ¿De qué sirve todo lo que hago?

«A veces, cuando uno está en ciertos vericuetos de la vida, (se pregunta) ¿para qué sirve la vida? O, ¿cuál es mi destino?», arroja Malheiros, entre risas. «¿Existe? ¿O todo esto no es más que una burla de la vida en sí misma?».

Pensarnos, continúa la creadora -quien ya trabaja en una nueva serie de Encarnaciones, pero con pensadoras-, es un ejercicio hiper necesario; y el teatro permite pensarnos en conjunto.

«Nos trae ideas emocionantes sobre lo que somos, sobre la humanidad, y cómo podemos posicionarnos, tal vez viéndonos desde otros espacios posibles, e ir poco a poco avanzando en los cambios que tenemos que hacer en nuestro cotidiano», sostiene.


TOME NOTA


Qué: Encarnaciones filosóficas
Quién: La máquina de teatro
Dónde: Teatro Helénico
Cuándo: Viernes 27, 20:00 horas; sábado 28,19:00 horas y domingo 29, 18:00 horas 
www.helenico.sistemadeboletos.com

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