Mientras las fuerzas rusas continúan con su lenta guerra para
tomar la región ucraniana del Donbás, la Presidenta de la Comisión Europea
acusó este martes a Moscú de intentar deliberadamente provocar una crisis
alimentaria mundial al atacar almacenes de cereales, puertos y otras
infraestructuras críticas en territorio de Ucrania. Ursula von der Leyen denunció a Rusia por destruir silos, apoderarse de
las existencias de granos e imponer un bloqueo que ha impedido que Ucrania, uno
de los exportadores de alimentos más importantes del mundo, envíe trigo,
semillas de girasol y otros productos a mercados necesitados.
«Las consecuencias de estos actos vergonzosos están a la vista de todos:
los precios mundiales del trigo se están disparando, y son los países frágiles
y las poblaciones vulnerables los que más sufren», dijo von der Leyen en
un discurso ante el Foro Económico Mundial, el evento anual reunión de líderes
empresariales globales en Davos, Suiza.
Sus comentarios se produjeron un día después de que el jefe del Programa
Mundial de Alimentos advirtiera que si los suministros de alimentos de Ucrania
permanecían fuera del mercado, el mundo podría enfrentar una escasez durante el
próximo año que podría convertirse en un «infierno en la Tierra»,
según reportó la AP.
Von der Leyen se comprometió a ayudar a las exportaciones ucranianas a
transitar por Europa por ferrocarril, aunque expertos han dicho que hacerlo
liberaría solo una fracción de la cosecha.
«No puede estar en los intereses de Rusia que la gente se esté muriendo de
hambre en el mundo», dijo Von der Leyen en una entrevista con Reuters en
el Foro en Davos.
«Por lo tanto, creo que en primer lugar deberíamos mirar el diálogo con
Rusia, si no hay un acuerdo para que ese trigo salga de Ucrania».
Y aunque países como Gran Bretaña han expresado su apoyo inicial a una
propuesta lituana de una operación naval para escoltar a los barcos ucranianos
más allá del bloqueo ruso, tal movimiento corre el riesgo de colocar a los
aliados occidentales de Ucrania en una confrontación directa con los barcos de
guerra de Moscú en el Mar Negro.
El dilema surge cuando las tropas rusas en el este de Ucrania persisten en un
lento avance hacia Sievierodonetsk, la última ciudad controlada por Ucrania en
Lugansk, donde cuatro personas murieron en un ataque de artillería durante la
noche, según un funcionario regional.
Si Sievierodonetsk cayera, daría un gran impulso a las fuerzas rusas en su
intento de controlar toda la región del Donbás, donde Moscú ha centrado su
esfuerzo de guerra después de los primeros tropiezos.