GILDA VILLARREAL, UNA FOTÓGRAFA PERSEVERANTE

GILDA VILLARREAL, UNA FOTÓGRAFA PERSEVERANTE

La fotografía, opina Gilda Villarreal (Ciudad de México, 1985), es como cantar: hay diferentes géneros y diferentes estilos.

En su caso, luego de 14 años de experiencia, es la imagen teatral y el retrato donde ha dado sus mejores notas, aunque también ha explorado la creación de obras conceptuales y el arte digital.

Ejemplo de esto último son las dos fotografías con las que la también actriz y cantante participará, invitada por la Galería Carey, en la quinta edición de Artist Experience, feria de arte contemporáneo a realizarse del 25 al 29 de mayo en la Fundación Carlos de Amberes, en Madrid, España.

«Tuve la fortuna de que me contactaran (de la galería); vieron mi trabajo y pues les gustó, y me hicieron esta invitación. Estoy muy contenta porque la verdad yo tenía muchas ganas de que mi arte llegara mucho más lejos.

«Fuera de la fotografía que hago para teatro y todo, me gusta mucho hacer este tipo de arte conceptual y, bueno, se dio esta oportunidad», comparte en entrevista telefónica la creadora, quien participará en el encuentro ferial madrileño con una imagen de una mujer que contempla su reflejo y otra en torno a la colorida tradición mexicana de las catrinas.

La ocasión de ser parte de un encuentro de arte contemporáneo es particularmente significativo para Villarreal, quien ha vivido en persona las dificultades de hacer circular este tipo de trabajo, acaso ante el peso que tienen otras ramas creativas tras la lente, como el fotoperiodismo o la fotografía documental.

«No es que fuera mal vista, pero digamos que sí se la enseñas a un fotógrafo te decían: ‘Ay, eso no es fotografía; eso es como un dibujo’. Como que no le daban mucha validez.

«Entonces, a mí me ha costado mucho mover este tipo de trabajo», refrenda. «En el retrato tengo un lugar, en la fotografía teatral tengo otro, pero esta otra parte que hago y que me apasiona no había tenido en dónde posicionarla. Desgraciadamente, no ha podido ser aquí, pero se abrió un lugar internacional».

Con impresión, la fotógrafa encuentra esto realmente paradójico: «Es más fácil irte a otro país a mostrar tu trabajo a que en tu propio País se abra un espacio», dice, ya con otra invitación al extranjero para finales de este año: la Feria Internacional de Arte de Barcelona (FIABCN), de donde podría regresar con un Premio PIAB 2022.

La artista espera que su paso por estos encuentros -donde también participará su hermana, la fotógrafa Odette Villarreal-, y la eventual proyección por Europa, allane el camino para contar con mayor exposición en México. «Tal vez sería un poquito más fácil llegar de esa forma».

La oportunidad le emociona, confiesa, porque se ha topado con tantas puertas cerradas que de pronto llegó a pensar que no era buena o que algo le faltaba.

«Y siempre como artistas nos va a faltar: yo creo que nunca vamos a dejar una obra terminada, nunca va a estar perfecta, porque siempre vamos a estar en constante evolución. Pero me da una satisfacción y mucho orgullo creer en mí, en mi trabajo, verlo y decir: ‘Sí es bueno'».

De ahí que la recomendación de Villarreal para los talentos más jóvenes, para quienes toda esta lucha parece ser la norma cotidiana, sea perseverar.

«Que no se desesperen. Hay que seguir practicando e insistiendo; porque de verdad, tarde a veces, pero llega. A algunos les llega (la oportunidad) muy rápido, a otros muy lento. Yo me he tardado 14 años, pero vale la pena, la verdad».

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