Adolorido, pero muy contento, el novillero mexicano Arturo
Gilio reconoce que lo más importante de su debut fue la declaración de
intenciones que tuvo ante el público de Madrid.
«Quiero ser figura del toreo y eso fue lo que quise demostrar. El público
me hizo sentir único con esos olés que me regalaron», dijo Arturo, vía
telefónica, desde el hospital donde se recupera de la cornada grave que sufrió
en la pierna izquierda antes de ayer.
Los profesionales del toreo han destacado la actuación del diestro mexicano.
«Ha tenido repercusión y me da gusto porque al final, aunque no pude
cortar orejas, yo disfruté de mis dos faenas», agregó.
Esta cornada fue el bautizo de sangre de Gilio.
«Sentí inmediatamente cuando me había herido, se me colaba por el lado
izquierdo, pero en esta tarde yo no me iba mover ni un milímetro»,
reconoció.
Gilio está en espera de qué los médicos le den instrucciones para comenzar su
rehabilitación, que, posiblemente necesite de un injerto porque el pitón hizo
muchos destrozos musculares y de piel.