Lotes más pequeños y cultivos de mayor calidad que pueden ser vendidos a mejores precios son las ventajas de aplicar mejores prácticas en la producción de café, en particular el de especialidad, de acuerdo con productores.
Como en otros productos, los cafeticultores se enfrentan a los retos del cambio climático, la escasez de mano de obra y las plagas, por lo que constantemente buscan alternativas para combatirlos que, a su vez, les permitan generar mayor rentabilidad.
«Los productores estamos más en contacto con la naturaleza y sabemos que el cambio climático no es un cuento, percibimos que plantas o cultivos ya no se dan tan bien, se ha complicado el manejo de la roya.
«Debemos cambiar muchas prácticas, como renovar (el cultivo) por partes, tirar las plantas de mayor edad porque la roya les pega más y hacerlo continuamente; escoger variedades tolerantes y que den buenas calificaciones en taza», comentó Leticia Sosa, cafeticultora del Estado de Puebla.
Empresas del sector, como Yara México, proporcionan acompañamiento a los productores para facilitarles herramientas y tecnologías como el fertirriego, análisis y cuidado del suelo y el fomento de las herramientas digitales, con lo que se puede lograr una reducción del 31 por ciento en el consumo de agua por tonelada de cultivo y reducir 36 por ciento las emisiones de CO2 por tonelada de cultivo.
Adicionalmente, se promueve la rotación de cultivos, adopción de sistemas de mínima labranza, siembra de cultivos de cobertura, nivelación de suelos, reincorporación de materia orgánica y el uso de fertilizantes minerales de alta eficiencia y con baja huella de carbono.
Para Senén Sampieri, productor de Veracruz, buscar alternativas en sus procesos de producción le ha dado mejores resultados, pues hacen más sustentable su negocio y aún con lotes pequeños genera ganancias extra.
