El
violinista Alfredo Reyes Logounova (México, 1990) consiguió ganar, entre 187
músicos, la audición para ingresar a la Filarmónica de Londres, una orquesta
que ha sido dirigida por Bernard Haitink, Sir Georg Solti y Kurt Masur.
De visita en México, expresa su satisfacción por
haber conseguido un sitio en una de las grandes orquestas del mundo.
«Se
abrió esta oportunidad, me preparé y se logró», comparte. «Londres,
hoy en día, por su versatilidad, es casi casi la capital de la música
clásica».
Reyes Logounova, quien este fin de semana ofrecerá
un par de conciertos con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM),
estudió nueve años en el Conservatorio de Maastricht, en Holanda, de un gran
nivel para cuerdas, y tuvo como mentor al virtuoso Boris Belkin, y recién se
graduó del Royal College of Music de la capital británica.
Dejar su hogar a los 19 años significó un periodo
importante en su vida que también se reflejó en su manera de abordar su
instrumento, con un «mayor entrenamiento de música de cámara, la velocidad
para aprender las obras y la interacción con otros músicos».
«Trascender el nivel técnico es hacer
música», dice.
«(Belkin) siempre insistía en que (como
músicos) no queremos hacer buen detaché (golpe de arco), queremos expresar,
hacer gran música, pero para eso tienen que ser años y años de lo que llamaría
el maestro Herrera de la Fuente trabajo artesanal que significa horas de
estudio, de técnica, de teoría, solfeo y análisis musical».
Ejemplo del repertorio virtuoso que domina es su
grabación Behind the Wall (Destino Musical), con obras de Niccolò
Paganini, Heinrich Wilhelm Ernst y Nathan Milstein, aunque en su carrera ha
procurado abordar desde el barroco hasta la música contemporánea.
Reyes Logounova, hijo de madre pianista y padre
violista, regresa con la OFCM con la que debutó a los 6 años, convirtiéndose en
el más joven solista en la historia de las orquestas en México.
Una agrupación a la que creció escuchando, pues su
padre forma parte del ensamble, ahora dirigido por Scott Yoo.
Tocará la Serenata para violín, cuerdas y percusión de Leonard Bernstein, que juzga como una obra
extraordinaria, «levemente inspirada El Banquete de Platón», muy clásica pero con
influencias del jazz.
«Tenemos que enmarcar esta obra en un entorno
artístico de Estados Unidos en que, al igual que (Aaron) Copland, mentor de
Bernstein en la composición, se preguntaban qué hacía la música americana».
Estrenada por Isaac Stern, uno de los más grandes
violinistas del siglo 20, esta serenata conlleva grandes retos técnicos.
El violinista mexicano refiere el eclecticismo de
Bernstein, que obliga a los intérpretes a dominar varios estilos para abordarla.
Los conciertos con la OFCM serán este sábado 7, a
las 18:00 horas, y el domingo 8, a las 12:30, en la Sala Silvestre Revueltas
del Centro Cultural Ollin Yoliztli (Periférico Sur 5141, Col. Isidro Fabela).