El
performancero Pepx Romero se convirtió en noticia por besar y lamer piezas
prehispánicas del Museo Nacional de Antropología, y por defender esta acción
argumentando que los especialistas en restauración limpian con saliva las
piezas del patrimonio. ¿Pero, qué hay de cierto en ello? Aquí te lo contamos.
LAS EXPERTAS RESPONDEN
REFORMA consultó al respecto a las
especialistas Ayahuitl Estrada y Ximena Rojas,
quien dirige el Sindicato Nacional de Restauradores del INAH (SINAR).
¿Se usa saliva humana para limpiar piezas
patrimoniales y por qué?
La saliva humana contiene enzimas que rompen
las cadenas que conforman la estructura de las moléculas de la
mugre, y se utiliza para limpiar piezas del patrimonio
cultural, pero no de manera indiscriminada ni tampoco se deja ésta
en las obras.
«(La saliva) la utilizas cuando ya hiciste
pruebas con otro tipo de solventes, incluso se realizan a veces análisis más
técnicos para determinar la composición de las piezas, a fin de que no resulten
afectados sus materiales constitutivos».
Ximena Rojas, restauradora
¿Cómo se efectúa la limpieza con saliva?
Cuando los especialistas en restauración recurren
a la saliva para limpiar una obra lo hacen siempre mediante
hisopos.
¿Qué tipo de piezas puede limpiarse con saliva?
- Se
emplea, por ejemplo, en la limpieza de escultura policromada
religiosa, en particular en las encarnaciones de rostro o
manos de santos.
- Se recurre
a la saliva cuando la suciedad no se retira con
otro tipo de productos.
- Su
uso suele ser más frecuente en materiales como la madera
y el óleo.
“Si se aplica saliva en una acuarela puede desprenderse la
capa pictórica; no en todos lados la puedes ocupar”. Ximena Rojas,
restauradora
¿Cómo se hace?
El hisopo se humedece en la lengua, sin empaparlo,
y se procede a la limpieza, con un algodón distinto cada vez. La
acción de la saliva debe neutralizarse después con agua limpia.
«Se usa la saliva, pero sólo en procesos y
piezas específicas, porque en restauración no se siguen ‘recetas’: si un
procedimiento funciona en una pieza no necesariamente lo hará en otra».
Ayahuitl Estrada, restauradora
¿Implica algún riesgo?
- Las
piezas pueden contener hongos, bacterias o remanentes
de productos tóxicos aplicados en el pasado y al
exponerse de manera directa a estos, como lo hizo Pepx
Romero, una persona pone en riesgo su salud.
- Además, las
obras también pueden resultar afectadas por la humedad de
la saliva depositada directamente en ellas, pues al no retirarse
existe el riesgo de que propicie la reproducción
de bacterias u hongos.
«Lo que nos preocupa es que este tipo de
expresiones motiven a la gente a seguir el ejemplo y si la acción de besar
piezas es recurrente se generaría un daño mucho mayor. Eso lo vemos cuando
aparece un grafiti en pinturas rupestres o en algún monumento, después hay más:
como si fuera una ‘invitación’ a seguir pintando».
Ximena Rojas, restauradora