El Barcelona jugará
fuera del Camp Nou durante la temporada 2023-24, ya que el estadio de futbol
más grande de Europa será sometido a una masiva remodelación, anunció el club
español el jueves.
El presidente del club, Joan Laporta, y la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau,
informaron que los azulgranas disputarán sus partidos de local en el estadio
Lluís Companys, propiedad del ayuntamiento. El estadio, con capacidad para 60
mil espectadores, fue el escenario de las ceremonias de apertura y clausura de
los Juegos Olímpicos de 1992.
Después de mucho atraso, el club dijo que el proyecto para modernizar el Camp
Nou, actualmente con un aforo de 99 mil espectadores, comenzará este año tras
recibir el visto bueno de la ciudad.
Se seguirá jugando en el Camp Nou la próxima temporada. Luego de jugar fuera
del Camp Nou en la siguiente campaña, los azulgranas volverán a su propio feudo
para el curso 2024-25, aunque con un aforo reducido al 50 por ciento debido a
las obras. El club confía completar los trabajos durante la temporada 2025-26.
El Barsa quiere incrementar la capacidad del Camp Nou a 110 mil espectadores,
además de renovar el área adyacente, la cual incluirá un pabellón para las
otras disciplinas deportivas del club, el museo y tiendas. El proyecto tendrá
un presupuesto que alcanzaría los 1 mil 500 millones de euros (1.570 millones
de dólares).
El Espanyol, rival de patio del Barcelona, jugó en el Lluís Companys entre
1997-2009. El estadio, que cuenta con una pista de atletismo, se encuentra
enclavado en una pequeña colina que ofrece vistas de la ciudad mediterránea.
Los azulgranas también tantearon la posibilidad de jugar en el más pequeño
estadio Johan Cruyff, ubicado en las afueras de la ciudad.
Laporta dijo que la reforma transformará el Camp Nou en «el espacio
deportivo y de entretenimiento más grande, innovador y atractivo que se hace
dentro de una ciudad».