A
escasos días del cuarto aniversario del estallido social en Nicaragua, el
Gobierno del Presidente Daniel Ortega y su esposa, la Vicepresidenta Rosario
Murillo, ordenó nuevas detenciones y allanamientos contra sus opositores,
incluidos los arrestos de cuatro músicos por una canción que hace alusión a la
llamada Rebelión de Abril de 2018.
Familiares de José Monroy, vocalista de la banda Monroy Surmenage; de la pareja
Salvador Espinoza y Xochitl Tapia, dueños de la productora Saxo Producciones y
mánagers de Monroy, y de Leonardo Canales, productor y director de La Antesala
confirmaron a medios locales las detenciones con violencia de los músicos, en
sus respectivos domicilios en Managua, el martes, sin que se les explicara el
motivo.
«Estas acciones que ejerce el régimen Ortega-Murillo a través de la
Policía simplemente son una manera de continuar la escala de represión que
desde el 2018 ejecuta en contra de las personas que exigen justicia, libertad,
y reparación y no repetición de todas las violaciones a los derechos
humanos», dijo a REFORMA Wendy Quintero, representante del Colectivo de
Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Una semana después de interpretar el 2 de abril «En el ojo del
huracán», una canción que escribió para conmemorar el estallido social, el
vocalista de la banda Monroy Surmenage, José Monroy, fue detenido en su casa.
«Entonces el público comenzó a gritar consignas de ‘¡Viva Nicaragua
libre!’. Una semana después (el martes), llegaron a su casa, se lo llevaron, se
llevaron a los productores del evento y se llevaron al productor de esa canción
que es Leonardo», dijo a La Prensa una fuente cercana.
Familiares de Monroy señalaron al medio El Confidencial que los oficiales
ingresaron a su vivienda con violencia y se llevaron a su pariente «sin
dar ninguna razón» ni información adicional, por lo que desconocen su
paradero.
«(Hasta este miércoles) sus familiares todavía no saben exactamente la
causa por la cual están detenidos», agregó, por su parte, Quintero.
Amistades de Espinoza y Tapia también señalaron que la Policía ingresó con
violencia a la vivienda, aunque indicaron que la mujer tuvo tiempo de dejar a
su hijo con un vecino, lo que propició que no viera el momento en el que los
oficiales golpeaban a su padre.
Por otro lado, el Gobierno de Ortega igualmente realizó el martes allanamientos
a las viviendas en diferentes partes del país de madres de víctimas de la
represión en las protestas y a manifestantes del estallido de 2018, con el fin
de buscar propaganda política alusiva a las movilizaciones.
Entre las casas cateadas estaba la de María Andrea José, en Masaya, madre de
Darwin Potosme -asesinado durante las movilizaciones, en junio del mismo 2018-
e integrante de la Asociación de Madres de Abril (AMA), quien contó al
Confidencial que la amenazaron por supuestamente estar organizando una misa.
«En la zona de Masaya quieren realizar una misa por el cuatro aniversario
de la muerte de sus familiares y la Policía les ha impedido esto»,
denunció Quintero.
Organizaciones como el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más y el
Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), entre otras, condenaron las
detenciones y los hechos represivos.
«La nueva ola de represión confirma la legítima rebelión frente a la
tiranía y la opresión», sostuvo el Colectivo en un comunicado.
El Monitoreo Azul y Blanco alertó de un incremento de denuncias a nivel
nacional de la represión relacionada con la cercanía del 18 y 19 de abril, y
pidieron a la población tomar medidas de seguridad y protección.
Las detenciones y allanamientos se dan tras una ola de detenciones el año
pasado contra opositores y rivales políticos de Ortega, algunos de los cuales
manifestaron la intención de desafiarlo en las urnas con la intención de evitar
una cuarta reelección consecutiva del Mandatario.