El presidente
Vladimir Putin afirmó que las conversaciones de paz con Ucrania están “en un
callejón sin salida”. Y además aseguro que Rusia continuará con la invasión
hasta controlar la región de Donbás.
En
sus primeros comentarios públicos sobre las atrocidades de las que le acusan,
Putin primero las comparó con los ataques estadounidenses a ciudades como
Raqqa, en Siria, y luego calificó las sospechas de Bucha de “falsas”.
La
ofensiva de más de siete semanas va “de acuerdo con el plan”, destacó Putin en
una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Bielorrusia, Alexandr
Lukashenko, en el Cosmódromo Vostochny, en la zona oriental de Rusia.
“Nuestros
oficiales participan en una operación militar especial en Donbás, en Ucrania,
donde ofrecen su ayuda a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Actúan
con valentía, de manera competente, y utilizan eficazmente las armas más
modernas”, señaló.
Las
negociaciones entre Rusia y Ucrania se han mantenido por videoconferencia
después de la última reunión presencial en Estambul el 29 de marzo. Sin
embargo, no hubo confirmación pública de las conversaciones esta semana. Putin
acusó a Ucrania de retractarse de concesiones anteriores, pero la posición
pública de Kiev no ha cambiado y culpa a Rusia por la falta de progreso.
Asimismo,
Putin aseguró que la economía de Rusia ha resistido la “blitzkreig” económica
de sanciones de Occidente, citando la recuperación del tipo de cambio del
rublo. Pero admitió que la logística y los sistemas de pago siguen siendo una
debilidad y que el impacto a largo plazo de las restricciones occidentales
podría ser más problemático. El gobierno ruso espera una contracción económica
de hasta un 10 por ciento este año, la peor en más de dos décadas.
El presidente ruso
dijo que esperaba que el “buen sentido” finalmente prevaleciera en Occidente,
para que conduzca a una suspensión de las sanciones. También dijo que, mientras
el aumento de la inflación relacionado con la crisis “inevitablemente” causará
problemas políticos a los líderes occidentales, el apoyo público ruso a su
política sigue siendo fuerte.