PASA HORTENSIA UN CALVARIO POR FALTA DE MEDICAMENTOS

PASA HORTENSIA UN CALVARIO POR FALTA DE MEDICAMENTOS

Una llamada inesperada sorprendió a Hortensia. Horas antes le dijeron que el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, que depende de la Federación, no contaba con el medicamento necesario para su quimioterapia. Del otro lado del teléfono, un representante del laboratorio Safe le vendía la solución al desabasto.

Le diagnosticaron cáncer en diciembre de 2019. En ese año estados como Veracruz, Chihuahua, Estado de México y la Ciudad de México, ya reportaban escasez e incluso inexistencia de medicamentos oncológicos en inventario. A ella se los negaron, por primera vez, en enero de 2020.

En esa ocasión le avisaron que al día siguiente sería sometida a una quimioterapia. El médico que la atendió le avisó que, el medicamento previo a dicho procedimiento, no estaba en existencia en el hospital. Fue unas horas después cuando sonó el teléfono.

“Cuando yo llego a la farmacia y pregunto por el medicamento y me dicen que uno me salía en 2 mil 200 y otro en 700 y tantos ahí se me cayeron las alas completamente ¿qué iba a hacer? ¿Qué tipo de medicamento es? Entonces se pone en contacto conmigo SAFE”, relata.

Punto de venta en el HRAEB

La necesidad de contar con los insumos que le evitarían las reacciones de la quimioterapia: vómito, diarrea y dolores abdominales, la llevó a aceptar el ofrecimiento de laboratorio que cuenta con un módulo al interior del Hospital Regional de alta especialidad del Bajío.

Los productos que ella necesitaba eran Aprepitan, cuyo costo aproximado es de 2 mil 200 pesos por tres tabletas y una inyección de Palonocetron por 700 pesos. Ambos eran indicados para controlar las náuseas y el vómito provocados por la quimioterapia.

La primera vez que no logró conseguir el dinero para la compra de sus medicamentos la sometieron a quimioterapia así, sin nada que le ayudara a disminuir las reacciones. Ese día lo recuerda como un infierno y no se lo desea absolutamente a nadie.

“Yo quisiera que se imaginaran lo que pasé ese día, con vómitos, diarreas y dolor de estómago, al mismo tiempo las tres cosas. Fue horrible vivir esa experiencia porque son unos dolores intensos, son como dolores de parto los que uno siente y como yo no tuve para pagar, así me la hicieron”, recuerda con impotencia.

Más sobre SAFE

De acuerdo con información, disponible en el portal de la empresa, el centro de mezclas SAFE, perteneciente a Laboratorios Pisa, fue fundado en el año de 1995. Hoy en día, tienen cobertura en, al menos, 16 municipios del país, incluido León.

“En la actualidad es fundamental que las Unidades Hospitalarias cuenten con servicios profesionales en la preparación de medicamento; que brinden a médicos, enfermeras y personal operativo la seguridad que respalde su salud, así como la garantía de los servicios proporcionados a sus pacientes”, señala el texto de la página de inicio en el sitio de internet.

Sin embargo, en el caso de la ciudad zapatera solo aparece una sucursal en la colonia El Peluchán, ubicada a 17 kilómetros del Hospital de Regional de Alta Especialidad, cuyo punto de venta no aparece en la página web de la marca, pese a que este medio de comunicación ha confirmado su existencia al interior del recinto.

 

Ese módulo de venta, que no aparece en el portal del laboratorio, es en donde Hortensia pasaba por su ficha de pago. Después tuvo que recurrir a la interposición de dos amparos hasta que fue atendida por personal de la Secretaría de Salud de Guanajuato para dar solución a su problema. Pero no todos los pacientes corren con esa suerte.

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