EN MÉXICO, CRUCIAL MANTENER LA GUARDIA CONTRA EL PALUDISMO

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  • Puede producir convulsiones, dificultad al respirar, daño renal y cerebral agudo, explica José Luis Alfredo Mora Guevara
  • Con motivo del día mundial de esa afección, que se conmemora el 25 de abril, refiere que la mayoría de casos se registra en el sureste: Chiapas, Oaxaca, Campeche y Tabasco

Ciudad Universitaria, CDMX, 23 abril 2025.- Para erradicar el paludismo en México, como lo han logrado otras naciones de la región, se requiere ampliar el rango de tratamientos y tomar mayores acciones de prevención, afirma el académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la UNAM, José Luis Alfredo Mora Guevara.

Aunque por ahora la vacunación está enfocada en África, por la gravedad de dicho mal en ese continente, la meta es que se aplique en nuestro país en las zonas endémicas, añade el también secretario de Desarrollo Académico de esa entidad universitaria.

Junto con los tratamientos preventivos y el diagnóstico oportuno se puede disminuir su impacto. Ejemplo de ello son entidades como Nayarit, que estaba en color “rojo” hace unos años, pero ha reducido su incidencia y ahora está en “amarillo”.

En 2023, a nivel mundial, se produjeron 263 millones de nuevos casos de esta afección que también se conoce como malaria, y hubo casi 600 mil muertes en 83 países, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (2024), entre ellos Nigeria, República Democrática del Congo, Uganda, Mozambique, India, Indonesia, Bangladesh, Sudán, Somalia y Yemen.

En el continente americano tiene presencia sobre todo en Venezuela, Brasil y Colombia. También en México: en 2023, 44 confirmados, 73 por ciento menos que en 2022; 303 importados en la población en situación de movilidad que ingresa a la nación, según cifras del Centro Nacional de Prevención y Control de Enfermedades.

El universitario detalla que en nuestro territorio la mayoría se identifica en el sureste: Chiapas, 61.4 por ciento; Oaxaca, 15.9; Campeche, 13.6; y Tabasco, 9.1. Datos de dicho Centro indican que los 15 autóctonos contabilizados en el primer trimestre de 2024 se distribuyeron en Chiapas (60.6 por ciento), Oaxaca (20), Chihuahua (13.3) y Campeche (6.7).

Mora Guevara aclara que, en contraste, hay naciones americanas libres del padecimiento, como Paraguay, Argentina, Costa Rica, Cuba y Perú.

Prevenible

Entrevistado con motivo del Día Mundial del Paludismo, que se conmemora el 25 de abril, y este año lleva por tema “La malaria termina con nosotros: reinvertir, reimaginar, reavivar”, abunda:

Es un padecimiento infeccioso causado por parásitos del género Plasmodium, trasmitidos por la picadura de mosquitos hembras del género Anopheles.

Ese insecto se encuentra en el mundo en las zonas tropicales y no habita más allá de mil metros de altura; “esperemos que con el calentamiento global esto no cambie”. Sin embargo, se conocen casos en la Ciudad de México, por ejemplo, por personas que se infectaron al viajar.

Los cuatro géneros del parásito son: P. vivax, P. Falciparum, P. ovale y P. malariae. Los dos primeros son los más temibles y el último es el menos agresivo. Luego de estar en el hígado, pasa a los eritrocitos (glóbulos rojos) de la sangre y es cuando causa problemas crónicos degenerativos en varios órganos, enfatiza el experto.

Falciparum y vivax pueden producir daño cerebral, Falciparum y Malariae, daño renal, y si el paciente no recibe tratamiento puede morir en seis meses, en el caso del género más agresivo. Los dos más peligrosos están en México.

Los síntomas inician de 10 a 15 días después de que el insecto infectó a la persona: fiebre vespertina y nocturna de 40 grados centígrados, escalofrío y malestar general con cefaleas. También inflamación del bazo (esplenomegalia); de 15 a 30 días aparece anemia, porque al madurar dentro de los eritrocitos los parásitos los destruyen.

Hay cansancio y fatiga, deterioro del estado de conciencia, convulsiones o dificultad al respirar. Con P.falciparum y P. malariae puede haber sangrado en orina u orina de color oscuro. Ahí inicia la coloración amarilla de ojos y piel, hemorragias anormales, daño renal y cerebral agudo, precisa.

El Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, (del 9 al 15 de marzo de 2025), destaca que en el país no había reportes de Falciparum hasta esa fecha; pero sí de Vivax, especialmente en Chiapas donde se presenta el mayor número: 14 confirmados y uno más en Oaxaca.

El tratamiento

El diagnóstico es relativamente sencillo: frotis de sangre (observar al microscopio la apariencia de las células sanguíneas para identificar la presencia del parásito), pruebas de diagnóstico rápido que detectan antígenos (proteínas producidas por los parásitos en la sangre), y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

El tratamiento es diverso, con medicamentos de la familia de las quininas, como cloroquina, quinina oral, quinadina, metroquina, primaquina o sulfaprimetadina, expone Mora Guevara.

Recientemente se utilizan la cloroquina con hidroxicloroquina para tres de las cuatro formas de paludismo (con excepción de P. falciparum), y quinina y quinidina, en especial para la enfermedad grave, y la primera, en el embarazo, junto con antibióticos como clindamicina. Las medicaciones de punta incluyen atovacuona-proguanil y mefloquina.

Además, hay vacuna antipalúdica, la RTS,S/AS01, que se utiliza en niñas y niños, la cual presenta una buena respuesta, en particular contra Falciparum. En octubre de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó una segunda, más segura y eficaz: R21/Matrix-M, que se usa en África, donde están los casos más descontrolados del mal.

La malaria se previene utilizando mosquiteros y repelente contra mosquitos (los que contienen icaridina), serpentines o vaporizadores de fumigación, ropa con manga larga y pantalones, por ejemplo.

En México el Día Mundial del Paludismo, instaurado por los Estados Miembros de la OMS en la Asamblea Mundial de la Salud de 2007, nos recuerda la importancia de mantener la vigilancia y los esfuerzos para prevenir y controlarlo. Aunque hemos logrado avances significativos en su reducción –reconoce– es crucial no bajar la guardia, especialmente en las regiones endémicas.

La concientización, diagnóstico y tratamiento oportunos, además de la participación de la comunidad, son pilares para avanzar hacia la eliminación de la malaria en México. “Este día es una oportunidad para reafirmar el compromiso con la salud pública y la equidad en el acceso a la prevención y atención de esta enfermedad tan grave como frecuente”, finaliza Mora Guevara.

FUENTE: UNAM

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